¿Tienes una mentora o mentor que te haya inspirado?

Yo sí, y la verdad es que cuando miro hacia atrás, me doy cuenta de que si no hubiera trabajado con ella hace muchos años atrás, jamás habría conocido la ilustración naturalista y no habría vivido nada de lo que he pasado en la última década. La vida es así, te lleva por caminos bien insospechados, donde una cree que va para un lugar pero en realidad termina en otro, y las cosas se van sucediendo una tras otra, hasta que ya podemos saber qué está pasando y tomar el control de los acontecimientos, más o menos.

En terreno, enero 2020.

Mi tía Sonia Haoa Cardinali es rapanui y desde muy joven se ha dedicado a la investigación arqueológica. Lleva unos 40 años al menos, trabajando en desentrañar muchos aspectos de su cultura y se ha enfocado muy fuertemente en cómo el ser humano se adapta y sobrevive en las condiciones más hostiles con los materiales que dispone en su medio ambiente. Hace muchos años atrás colaboró con el famoso e intrépido investigador noruego Thor Heyerdahl, quien fue el primero en poner a Rapa Nui en la brújula de los investigadores con teorías elaboradas en su primer libro sobre los navegantes del Pacífico “Kon Tiki”. Desde entonces Sonia nunca más ha dejado la investigación y se ha dedicado 100% a la arqueología, trabajando con científicos de todo el mundo. El año pasado, la universidad sueca de Upsala reconoció su gran trayectoria nombrándola Doctora Honoris Causa entre muchos otros grandes académicos de diversas áreas del conocimiento.

Junto a Thor Heyerdahl, cuando Sonia encontró el único ojo de moai del que se tiene registro. Foto del archivo personal de S. Haoa PhD.

Cuando me fui a Isla de Pascua el 2006 iba con la idea de entrar a trabajar a su oficina de arqueología, pero tuve que esperar casi un año para que el puesto que tomé se desocupara y por lo tanto en ese primer año fui mesera en varios restoranes, trabajé sirviendo desayunos a charters de turistas y tuve una pequeña tienda con una prima. Hasta que al fin, pude entrar a trabajar a Rani Arqueología como fotógrafa en terreno de una prospección arqueológica.
De mi tía Sonia he aprendido la disciplina, la paciencia, el amor por las piedras, las plantas y el silencio. Gracias al tiempo que pasé trabajando en su equipo aprendí arqueología en terreno: empecé viendo los lugares como “botaderos” de piedras, hasta que fui capaz de leer el paisaje y ver las pequeñas aldeas y casas por todas partes. Era como estar en el pasado y pude entender cómo vivieron los rapanui antes de la llegada de los europeos.

De nuestra última salida a terreno, enero 2020.

Ella es una persona que te empuja a trabajar, a encontrar tu propio camino y jamás da consejos que no has pedido. Es una mujer que se abrió camino desde muy joven en una profesión extremadamente machista, donde ser mujer nunca le hizo fácil sus proyectos. Pero desde que la conozco, está rodeada de los investigadores más increíbles del mundo, que recurren a ella para saber más de la cultura oceánica.
Ahora estoy muy feliz de volver a colaborar en su proyecto más importante, que sé que tendrá un gran impacto positivo en su comunidad y en todos los lugares que viven del océano. Sonia es una mujer visionaria, que entiende su herencia cultural mucho más allá del moai, y aunque eso moleste a muchos, ella siempre ha seguido adelante con sus planteamientos de manera seria y profesional.
Sonia Haoa es mi mentora, como una tía-madre que me mostró el mundo de la ciencia en terreno, las aventuras arqueológicas y el dibujo científico. Un dato: mi primer dibujo científico fue el interior de una cueva, que tuve que medir y registrar junto a una arqueóloga durante una semana. Todo el día bajo tierra, con luces y agachadas, medimos palmo por palmo toda la caverna, fotografiamos e hice un dibujo de cada uno de los muros sobre papel milimetrado. ¡Nunca se me va a olvidar!
Y tú, ¿has tenido alguna mentora, maestra o maestro que haya marcado positivamente un aspecto de tu vida? ¡Cuéntame tu experiencia!
Aquí te dejo links a dos trabajos que hice en Rapa Nui hace 12 años atrás:
2 comentarios
  1. Abril Aguilar
    Abril Aguilar Dice:

    Me encantó tu experiencia. Por muy corto tiempo yo tuve un mentor pero no fue muy mágico que digamos, entiendo eso de las complicaciones de ser mujer. Que importante es el apoyo a las nuevas generaciones. Me encantaría tener un mentor en ilustración científica, pero tristemente ya estoy fuera de la universidad y es complicado el acercamiento a proyectos así, la ventaja es que tengo internet y muchas personas que me inspiran, como tu Geraldine, así que seguiremos dibujando. Un abrazo desde México.

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