Cuestionamientos digitales y otras yerbas.
«Compartir».
¿Cómo lo hacemos en este mundo nuevo en que, si no llevamos una agenda de comunicaciones, desaparecemos? O al menos eso se siente. Siento que el trabajo silencioso y solitario en el taller, ese que vivo sola, deja de existir si no es publicado. Por supuesto que no es así, pero ¿no sienten que la presión de la actividad de los demás que vemos en las RRSS los sobrepasa? Dónde está el límite de lo aparente y lo real…no lo sabemos. No sabemos hasta dónde es ficción y hasta dónde realidad, o dónde está el marketing. ¡Porque ahora todo es marketing!
Pienso en estas cosas, miro Instagram, Pinterest y Facebook (al que cada vez respeto menos, qué manera de volverse aburrido, siempre lo mismo, sólo ruido y distracciones de lo que sí tenemos que hacer), y luego mi única conclusión es que es mi trabajo lo que me sostiene, es mi obra y los hechos que la rodean lo que le da valor a lo que tengo para ofrecer. No es una ficción, es real, verdadero.
Por eso, aunque parezca algo banal, borré Facebook y Twitter de mi teléfono. Para bajar la adicción y la necesidad de compartirlo todo. No se me pasa todavía, pero estoy en ello.
En todo esto, me salió un trabajo con una agencia de publicidad en Londres (wow, ¡me sentí bien! que me seleccionaran de entre todo el Universo de artistas botánicas de la actualidad), para hacer las ilustraciones del packaging de una nueva marca de yerba mate. Salió muy lindo, y al fin trabajé con un agencia pro -donde no me regatearon y fueron super respetuosos y me dieron mi espacio y confiaron en mí-. Pero, no puedo compartirlo. Plop. Días de vacío digital, pensando en qué poner, cómo llenar. Sé que suena muy frívolo, pero así están las cosas, sobre todo para quienes trabajamos en lo visual, que vendemos nuestras imágenes de alguna u otra manera. La competencia es voraz. La ansiedad, peor.
La maestría hoy, está en: ser lo mejor posible en mi trabajo, no estar pendiente de lo que hacen otros pero sí estar al tanto, no depender de la opinión de los demás pero estar atenta, publicar lo necesario y no demasiado, vivir el presente y no desatender el futuro, estar en mi mundo real con mi familia y equilibrar todo en una sopa perfecta. Y, por último, multiplicar el pan lo más que pueda.
Les dejo aquí un libro a propósito de esta reflexión, que quiero leer cuando pueda volver a comprar libros -cuando me baje de la bicicleta:
«El Entusiasmo», de la argentina Remedios Zafra
(Gran dato de mi amiga Celeste Olalquiaga)
Que habla de lo siguiente: «El entusiasmo es un libro generacional sobre quienes nacieron a finales del siglo XX y crecieron sin épica pero sí con expectativas, hasta que la crisis sentó las bases de un nuevo escenario que se ha hecho estructural; el escenario de la precariedad y la desilusión. Un libro, pues, con vocación de época, un ensayo sobre el sujeto precario en los trabajos culturales, creativos y académicos contemporáneos en el marco de la agenda neoliberal y el mundo en red. Un ensayo que se pregunta como la vocación y el entusiasmo son instrumentalizados hoy por un sistema que favorece la ansiedad, el conflicto y la dependencia en beneficio de la híper producción y la velocidad competitivas.»
Y, para cerrar:
Como no todo es angustia virtual ni cuestionamiento de la sociedad ni de mi rol en ella, los espero por acá para mostrarles a partir del fin de semana mis segundas andanzas en Kaua’i, con el gentil auspicio de la Dirección de Asuntos Culturales del Ministerio de Relaciones Exteriores, Dirac.
Saludos a todos!
Hola Geraldine.
Encontré tu blog buscando cursos de ilustración botánica, y luego de visitar tu web. Grande fue mi sorpresa al ver que eres la creadora de piedras y agua! He visitado tantas veces el facebook, admirando los colores y el trabajo de pigmentos hechos a mano. Este es el primer post que leo de tu blog y no puedo estar mas de acuerdo. Personalmente, estoy en un período en que tengo el deseo de especializarme mas en mi área (soy diseñadora) y bueno, por lo mismo he estado buscando talleres o viendo que hacer. Me pasa exactamente lo mismo que a ti; las redes y toda esta "vitrina virtual" como le he llamado últimamente, me abruman. Me aburren las publicaciones y el marketeo de la imagen y el trabajo personal. Y de alguna forma me siento cada vez mas lejana a ese deseo de "estar en vitrina"…quizás sea por eso que el retiro y el deseo de especializarme son cada vez mas fuertes. Igual siempre he sido muy autodidacta, así que no me faltan instancias para aprender algo nuevo.
Solo quería pasar a contarte que siento igual que tu. Intentaré seguir tu misma maestría, porque me he dado cuenta que el mundo "real" es cada vez mas llamativo que la frialdad de tanta red social.
Buenas noches!