Imaginando una nueva escuela – bocetos de una idea
Anoche, volviendo de estar todo el día en la Biblioteca acompañando la clase de Fred y conversando con algunas de mis compañeras del Cinc, tuve esta visión de una nueva Escuela de Arte.
Una Escuela que se salga de la visión occidental antropocéntrica y centrada en el ombligo de, más encima, el HOMBRE.
La visión o posición de estarse mirando a una misma y sus procesos personales para mí, debe terminar en la educación artística superior y es más, debiera concluir en la adolescencia. Después de eso, la interacción con el estudio artístico debiera abrirse al rol de cada uno en relación al entorno, incluyendo todas las esferas y capas de éste: familia – hogar (en su sentido más amplio), barrio, ciudad, lugar geográfico, país y por cierto el entorno biológico/natural (ya muy habitado) donde se desenvuelve la persona, incluyendo a todos los seres que lo habitan, sin excepciones.
Siguiendo los planteamientos de Donna Haraway, la Educación Artística de los jóvenes debiese transcurrir en simpoiesis con aquellos que estudian Ciencias y otras áreas del conocimiento, generando interacciones más allá de sus campos de origen.
Entonces, la nueva Escuela de Arte ya no tendría al HOMBRE ni lo humano como centro, si no al Ecosistema, viéndose éste como un todo, que involucra desde un átomo o un microbio hasta las interacciones de los seres vivos con el clima de la Tierra, por ejemplo.
La Educación Artística universitaria, debe transitar desde la adolescencia (afirmación del yo, construcción de sí mismo y de la identidad) hacia la madurez y la maternidad/paternidad entendidas como una visión inclusiva, de hacer comunidad, de pensar en conjunto, haciéndose cargo de cuestionar y reflexionar en torno a problemáticas que van más allá del individuo, buscando desarrollar y potenciar las interacciones de todos los actores del ecosistema.
Queda atrás la vieja pregunta de Ser o no Ser, Pienso luego Existo, etc. Por que el ser no puede separarse del somos, incluyendo a todo.
La nueva escuela se hace cargo del tejido del ecosistema y no deja de lado a nadie. Se buscan las interacciones multi e interdisciplinarias. Se asume que las islas en el conocimiento no son reales ni posibles y que la interdependencia es la clave de las relaciones y de la existencia misma.
Es un error pensar que existen sistemas u organismos autónomos.
Es un arte no parcelado, abierto, generoso, inclusivo. Lo femenino y masculino en interacción positiva, constructiva, potenciando las imaginaciones y los talentos personales y colectivos.
Imagino que si el foco y estructura profunda de las manifestaciones culturales puede cambiar, toda la sociedad puede hacerlo.
Maravilloso Geraldine, que lo pienses, que lo creas y que te tomes el tiempo de compartirlo. me has hecho reflexionar al respecto…y da para mucho más.
Congratulaciones, se abre una flor!