Los maravillosos e inesperados resultados del Curso Online Beta de Color para Ilustración Naturalista

«Ruedas Prosaicas» por Soledad Martínez. Curso Color para Ilustración Naturalista, octubre-noviembre 2018. Foto de la autora.

En muchos casos, la realidad supera las expectativas. Esto acaba de pasar, durante el Curso Online Beta de Color para Ilustración Naturalista. Lo que empezó como un experimento para probar el cambio de medio pedagógico -presencial/sala de clases a escuela virtual- está terminando como el inicio de una comunidad educativa participativa, intensa, dinámica y muy espontánea.
Debo decir que para mí este es un gran reto y tengo muchísimo que aprender. Como profesora, siempre me preocupo de mantener la calidad en mi trabajo, y que mis alumnos reciban las herramientas y conocimientos que fueron planteados en los objetivos iniciales de cada curso o taller.

Este curso, además de las tareas establecidas en el programa, tenía un desafío oculto en la segunda clase, que consistía en proponer ruedas de color o esquemas de color diferentes. Es decir, cada alumno debió crear una propuesta visual para explicar la teoría del color. Al principio la idea era hacerlo usando acuarela, que es el medio principal que usamos en las clases, pero finalmente derivó a propuestas mucho más creativas, algunas pintadas y otras no.

No pondré aquí todos los trabajos, porque son muchos y porque no todas las fotos les hacen justicia. Les dejo una selección muy variada, que nos da cuenta del background de cada persona, de sus gustos, etc. No importa tanto la ejecución en este caso: la creatividad es lo principal. La creatividad libre, es decir, sin márgenes, sin cajones, sin restricciones. Los límites los pone cada artista según su contexto e ideas.

Para mí, este curso ha sido una invitación a atreverme a hacer las cosas de una manera distinta, de plantear lo que sé desde ángulos nuevos. Aquí no buscamos el virtuosismo técnico: el objetivo es entender los conceptos, hacerlos propios y desde ahí crear.

Un gran abrazo a todos quienes confiaron en la Escuela Online de Ilustración Botánica en esta primera experiencia, ¡los valoro y aprecio muchísimo!

Propuesta usando rueda de color y pigmentos, por Tania González. Curso Color para Ilustración Naturalista, octubre-noviembre 2018. Fotos de la autora.

Rueda de color hecha con ovillos de lana, luego pintada. Beatriz del Canto Sepúlveda, Curso de Color para Ilustración Naturalista, octubre-noviembre 2018.

Una interpretación de la teoría del color donde se buscan las sombras de cada color, por Lily Portius Yáñez. Curso Color para Ilustración Naturalista, ocubre-noviembre 2018.
Rueda de color en lanas, por Carolina Mellado. Curso Color para Ilustración Naturalista, ocubre-noviembre 2018.

Rueda de color hecha con libros, Valentina Pantaleón. Curso Color para Ilustración Naturalista, octubre – noviembre 2018. 

Rueda de color bordada, por Soledad Martínez. Curso Color para Ilustración Naturalista, ocubre-noviembre 2018.

Rueda de color hecha con libros, y después pintada con acuarela, de Valentina Pantaleón. Curso Color para Ilustración Naturalista 2018.
Rueda de color inspirada en 7 plantas chilenas, por Natalia Venegas Monsalve. Acuarela. Curso Color para Ilustración Naturalista, octubre-noviembre 2018.

Rueda de color naturalista, por Esther Charles Jordán. Curso Color para Ilustración Naturalista, octubre – noviembre 2018.
Color explorando las posibilidades de las geometrías en axionométrica. Javiera Torres, Curso Color para Ilustración Naturalista, octubre-noviembre 2018.

Rueda de color inspirada en el corte histológico de tejido vegetal del tallo de la quillineja (Luzuriaga marginata, del bosque templado). Por Alexandra Castañeda, Curso Color para Ilusración Naturalista octubre-noviembre 2018.


Rueda de color naturalista en progreso. Rosemary De La Cruz, Curso Color para Ilustración Naturalista, octubre-noviembre 2018.

Tres peces para hacer una rueda de color, de María Lucero Arrese. Curso Color para Ilustración Naturalista, octubre – noviembre 2018.

Estudio de colores del jardín, por Adriana Basone. Curso Color para Ilustración Naturalista, octubre – noviembre 2018.


Enseñar de muchas formas, en muchos lugares.

Imagen del último taller en mi Sala de Clases, que terminó ayer (11 de septiembre). Un grupo  muy agradable
que espero haya aprendido mucho!

Enseñar ha sido prácticamente el núcleo de mi vida profesional desde que me titulé como Profesora de Artes Plásticas en 2002. Desde entonces trabajé en colegios, universidades y en una gran cantidad de talleres independientes, asociados a instituciones u organizados por mí, en mi propia casa. También he enseñado en el extranjero, y he dado charlas en Chile y otros países. 16 años de ejercicio docente no pasan en vano, y lo que más me han dejado, son muchos aprendizajes. 
Cuando entré a estudiar Pedagogía, había terminado recién mi Licenciatura en Artes Visuales y lo que más quería era poder trabajar e independizarme. Soñaba con tener mi propia casa y vivir en medio de la ciudad (porque siempre viví en el cerro, lejos de todo). Recuerdo que entre mis compañeros artistas era muy mal visto «hacer la pedagogía». Era como fracasar en el intento de dedicarse al arte, algo así como enterrarse en el mundo escolar y no tener el coraje para dedicarse a algo mucho más elevado, refinado, noble. Aún frente a todos esos prejuicios, decidí seguir estudiando.
Con mis alumnos de 3º Medio en Isla de Pascua, el grupo más importante de mi carrera como
profesora escolar, en 2008.
Ahora, puedo decir con mucho orgullo que ese año de intenso estudio fue radical en mi vida personal y profesional: me enseñó sobre los niños y adolescentes, cómo aprenden, cómo hablarles, cómo hablar en público, cómo ejercer la autoridad sin ser autoritaria, cómo exigir a las personas para que den lo mejor de sí mismos, cómo sembrar inquietudes y preguntas. Me dio herramientas técnicas, de pensamiento, y formas de organizar, planificar y construir procesos de aprendizaje que jamás habría desarrollado por mi cuenta, o quizás me habría demorado tres veces más. Esta herramienta, la Pedagogía, me ha ayudado a ser una profesional independiente y auto sustentable en el tiempo. Todavía tengo mucho por aprender y perfeccionar, de eso no hay duda.
Tulipanes «pedagógicos»: ejemplos que realizo durante las clases, para enseñar a los alumnos técnicas de dibujo y pintura.

Además de hacer clases y desarrollar mi obra, siempre me ha gustado el mundo de Internet. En 2003 tomé un Diplomado de Fotografía Digital en la UC, y en ese proceso conocí el mundo de los blogs, que estaba recién comenzando y era muy interesante. ¡Llegué a tener tres al mismo tiempo! Hoy, tengo este blog, Mi Naturalismo, que le dio en nombre a mi empresa (pronto lista y oficial!!!), mi sitio web y varias RRSS (Instagram, lejos la más activa y relevante en este momento). 
El formato de Blog me encanta porque disfruto escribiendo y es un espacio mucho más íntimo, donde puedo hablar de todos los temas que me interesan sin el ruido y millones de opiniones que surgen en las redes como Facebook y Twitter, que aunque uso, no son lo que más disfruto y creo que no van a ser tan relevantes en un tiempo más.
Las Novedades.

Incursionar en YouTube: con miras a desarrollar cursos online (algo que vengo diciendo hace más de un año) es que empecé a producir una serie de videos cortos llamada «Tips para Ilustradores Inquietos», con la ayuda de la artista Francisca Mena, quien está haciendo cámara, iluminación y edición. Estamos disfrutando mucho el proceso y creemos que con el tiempo y la experiencia podremos producir un material de bastante buena calidad tanto en lo visual como en el contenido. En un principio me daba pudor estar frente a la cámara pero decidí soltar las aprensiones y dar el salto. Estoy súper emocionada con la buena recepción que ha tenido en sus primeros 4 días de publicado y muy agradecida de los comentarios que me han hecho, y del punch que eso nos da para seguir adelante. Es un formato nuevo y desconocido para mí, pero que tiene un poco de todo lo que he venido haciendo hasta ahora: Internet, enseñar, hablar frente a otros, mostrar, compartir, etc.
Desde ya los dejo muy invitados a enviarme sus preguntas sobre técnicas, que espero poder ir respondiendo a lo largo de la serie.

Mi retrato como profesora con su pizarra.

Para este nuevo ciclo, decidí abrazar totalmente mi rol como profesora, y cambié la pizarra blanca por un buen pizarrón de tiza. Además de que son bonitos -y de paso están de moda, por qué no decirlo-, creo que tienen una magia didáctica como pocas cosas en una sala de clases, y que si son bien aprovechados, pueden rendir muchos frutos. Voy a explorar esta herramienta en profundidad en los videos y también en mis clases en la sala.
Y por último, quiero decirles que si tienen ganas de enseñar, y no tienen experiencia, hagan lo posible por estudiar un poco de didáctica, de ir más allá de lo que les dice su intuición. Enseñar es un acto de gran responsabilidad, sobre todo si vas a pedir dinero a cambio. Es obligación de un profesor(a) entregar materiales y conocimientos bien estructurados, con buenas fuentes bibliográficas y también con el respaldo de la experiencia. 
La experiencia, la práctica y el estudio permanente hacen al maestro.

El fin de mi bloqueo pictórico: Gracias al cortocircuito.

Hoy fue un día bastante extraño y a la vez especial. Desperté como todos los días, fui a dejar a mi hija al jardín y a las 9:30 estaba en mi taller, que como es un subterráneo estaba congelado -ya les he contado lo frío que es en invierno- así que puse dos estufas eléctricas un rato para que se calentara rápido. En eso, se me olvidó que vivo en una casa vieja y de madera y que por lo tanto los cables son igual de viejos y que se puede incendiar. Así que para rematar, me hice un tecito y prendí el hervidor. Paf, se cortó la luz en toda la casa. Fui a dar la luz, y las de la casa funcionaron pero las de mi taller no. Al rato, llega mi marido a preguntarme qué había pasado, y fue a mi taller a mirar. Volvió pálido porque estaban saliendo chispas y había olor a quemado. Como afortunadamente es un pintor con alma de maestro, arregló el problema. Quedé tan impactada de mi inconsciencia que lo único que pude hacer fue dibujar y pintar los tulipanes que había comprado para mi casa, rompiendo así con un período de más de un mes sin pintar prácticamente nada. Entre medio empecé a armar mi Sala de Clases para que se transforme en estudio de TV digital (wow, todavía me da nervio, lo reconozco!!!) y llegó mi hija del jardín y se puso a pintar conmigo usando «tus colores mamá porque son mejores!». Así que comprenderán que tuve que hacer el mayor ejercicio zen del último tiempo, y logré terminarlos en unas horas a pesar de los empujones a la mesa, las peticiones de cosas, el llevar a hacer pipí, dar la leche y todas esas cosas maternales que en general no comento porque son naturales y no tienen nada que ver con pega.
         
En conclusión, puedo decir que no hay que asustarse cuando nos viene un bloqueo que nos impide hacer lo que más nos gusta hacer. De la nada surgen situaciones más o menos bizarras que, como un golpe eléctrico, nos dan el impulso necesario para retomar. Y aunque mis tulipanes de hoy pueden no ser los más maravillosos del mundo del tulipán, yo los aprecio mucho y les doy las gracias por estar ahí cuando llegó la energía ilustradora de vuelta. No por nada existió por allá por 1700 y tanto, la fiebre del tulipán en la vieja Holanda.

La Red Latinoamericana de Ilustración Científica.

Carta de Bogotá.

Los ilustradores científicos reunidos en la ciudad de Bogotá en junio de 2018 convocados por el Primer Encuentro de Ilustración Científica de Colombia declaran:

1- Defender la naturaleza en todas sus formas, conscientes de la importancia que representa para la existencia y sostenimiento de la vida.

2 – Defender e ilustrar las especies endémicas de nuestros países para hacerlas visibles y darlas a conocer.

3 – Traducir el lenguaje de la ilustración científica al común mediante eventos de divulgación y educación ambiental.

4 – Popularizar el conocimiento científico a través de nuestra profesión conectando la ciencia y el arte.

5 – Ejercer de forma organizada y responsable la apropiación social del conocimiento y el acercamiento de las comunidades a través de la ilustración científica con ética, verdad y calidad.

Bogotá, 29 de junio de 2018.


La mesa que dio origen a la Carta junto a todos los asistentes al encuentro. Nos dividimos en grupos, tratamos diversos temas y esa tarde, Rosa Pereira y Marie Joëlle Giraud redactaron la carta y la compartieron con todos en el cierre.
Recordemos que el evento tuvo lugar en la Pontificia Universidad Javeriana, Bogotá, y que el académico detrás de la organización fue el profesor Juan Pablo Vergara Galvis con la colaboración del colectivo Arasarí.
Participantes de la mesa: Jaime Bonilla (Colombia), Oscar Vilca (Perú), Juan Pablo Vergara (Colombia), Marie Joëlle Giraud (Colombia), Natalia Uribe (Colombia), Rosa María Alves (Brasil), María Alejandra Migoya (Argentina), Juan Carlos Pérez (Ecuador).



El inicio de un activismo latinoamericano a través de la Ilustración Científica y Naturalista

¿Cómo surgió esta carta?
«La Carta de Bogotá es un documento que fue escrito para nortear los profesionales de ilustración científica y a los que quieren trabajar en esa área de actuación.
Los parámetros fueron discutidos en grupos y la carta sintetiza los más abrangentes de ellos, inspirando la profesión emergente en el continente líder de la biodiversidad, donde ya se destacan diversos hot-spots…
Necesitamos estar más unidos y agregar novos profesionales.«

Rosa Alves Pereira, Brasil.
La reunión en Bogotá el mes pasado fue para todos nosotros, mucho más que un congreso de trabajo. Fue una manifestación de principios y una expresión de las ganas que existen en nuestro inquieto continente de hacer algo concreto por nuestros preciosos y delicados ecosistemas. Nosotros no somos políticos, no somos empresarios, no movemos influencias ni mucho menos dinero. Somos personas, mujeres y hombres apasionados por nuestro trabajo y por la flora y fauna de nuestros países y del mundo entero. Esta carta/manifiesto nos invita a trabajar juntos, a tener una mirada local y global de la situación de los entornos naturales de nuestros países y a utilizar la ilustración científica como arma pacífica para defender nuestros territorios de la codicia y el extractivismo que no se detiene. Los invito, amigos míos, a pensar en todo lo que podemos hacer con el poder de nuestras bellas imágenes para conmover, educar, cuidar, proteger y desarrollar. Los invito a que construyamos juntos la identidad latinoamericana de la ilustración científica, desmarcándonos de los cánones anquilosados de la academia europea. Pensemos, dibujemos y cuidemos juntos nuestro maravilloso continente salvaje.

Podcast: Entrevista en Tele13 Radio con Macarena Lescornez

¡Hola a todos!
Les dejo aquí el link a la entrevista que me hizo el martes 3 de julio la periodista Macarena Lescornez para el programa «Nueva Mente» de Tele13 Radio.

¡En la radio!

Primer Encuentro Colombiano de Ilustración Científica, Bogotá, 27 al 29 de junio 2018.

Estoy sentada en el hotel cerca de la Pontificia Universidad Javeriana, Bogotá, donde tuvo lugar el Primer Encuentro Colombiano de Ilustración Científica. Esta es la primera vez que participo de un encuentro organizado por y para latinoamericanos, y la verdad es que ha sido una experiencia enriquecedora que me ha llenado de buena energía y me ha reforzado la idea de que nuestro continente es fantástico y que tenemos potencial para hacer todo lo que soñamos.
El encuentro consistió en una serie de conferencias, talleres, una exposición y una mesa redonda donde pudimos compartir, conocernos, aprender, enseñar y diseñar lo que queremos para la Ilustración Científica y naturalista de nuestro continente. Los países presentes fueron Colombia, Argentina, Ecuador, Brasil y Perú. Llegaron jóvenes de muchas regiones de Colombia y también de Guatemala a participar.

Foto de la Mesa Redonda donde trabajamos en la creación de la Red Latinoamericana de Ilustración Científica.
De izquierda a derecha: Jaime Bonilla, ilustrador médico, Colombia / Oscar Vilca, ilustrador naturalista, Perú / Juan Pablo Vergara Galvis, ilustrador científico, Colombia / Marie Joelle Giraud, ilustradora científica, Colombia / Yo, Chile / Natalia Uribe, ilustradora científica, Colombia / Rosa María Alves, ilustradora científica, Brasil / María Alejandra Migoya, ilustradora botánica científica, Argentina / Juan Carlos Pérez, ilustrador naturalista, Ecuador.

Ya de vuelta en Santiago.

Frente al muro donde expusieron algunos de mis trabajos. Tres de ellos eran láminas donde explico procesos de dibujo y pintura que fueron muy valorados por los asistentes. Foto por Benjamín Cárdenas V.

Este viaje corto pero lleno de experiencias me dejó varias reflexiones que quiero compartir. En primer lugar, me siento muy agradecida de haber formado parte de este evento. Es la primera vez que soy invitada como ilustradora botánica a un encuentro internacional lo que me hace sentir muy honrada y feliz. 
Los latinos tenemos sin duda alguna, mucha facilidad para socializar, hacernos amigos, conversar abiertamente y reírnos de nosotros mismos. Esto no sucede tan fácilmente en otras latitudes donde las personas necesitan más tiempo para entrar en confianza unos con otros. Podemos aprovechar estas características para la creación de redes e instancias colectivas, justamente lo que iniciamos en Bogotá.

Otro aspecto que quiero destacar es que en América Latina el interés creciente por la ilustración científica viene de gente muy joven, a diferencia del Viejo Continente y Estados Unidos, donde todavía predominan los adultos y personas mayores. Por lo tanto, nuestro continente tiene una gran proyección en el futuro y es nuestro deber hacernos cargo de todo lo que implica.


Relaciones entre científicos e ilustradores: el caso de Marie Joelle Giraud.

Ilustraciones y muñeco de trilobite de Marie Joelle Giraud.

La geóloga e ilustradora colombiana nos contó en su charla sobre la dura experiencia que vivió trabajando con un grupo de científicos donde tuvo que ilustrar más de 250 fósiles de trilobites, antiguos animales prehistóricos -como el de la foto de arriba a la izquierda. Marie Joelle trabajó por años haciendo ilustraciones en grafito de una calidad excepcional, y debido a que no contaba con colegas ilustradores y no tenía información sobre cómo funciona nuestra profesión en el ámbito del trabajo, vivió una serie de abusos laborales que le provocaron graves lesiones físicas producto del exceso de trabajo, falta de mobiliario adecuado y otros factores. Y para rematar, los científicos en cuestión le quitaron -erróneamente- todos sus derechos sobre las imágenes y no pusieron su nombre como ilustradora en ninguno de los papers que publicaron usando sus dibujos. 
Hoy Marie Joelle está sana y totalmente desligada de las personas que la maltrataron. Ha reinventado su carrera y sabe que con su talento y creatividad puede generar sus propios contenidos, su propio camino profesional y de hecho está haciendo un gran trabajo con su comunidad, involucrando a campesinos y jóvenes. Nos deja dos grandes lecciones: la primera, es informarse sobre los derechos y deberes de ilustradores y científicos, cómo funcionan los derechos de autor y sobre todo a establecer límites saludables entre nosotros y el trabajo. No debemos arriesgar nuestra salud física ni psíquica, jamás. La segunda, es que como ilustradores científicos o naturalistas tenemos la capacidad para crear un camino personal, donde colaboremos con otros en la búsqueda de nuestras preguntas y respuestas. Ser autónomos y confiar en nuestras capacidades es fundamental, y se extiende a todos los aspectos de la vida.
Los esfuerzos por producir material en castellano.
Rosa María Alves, ilustradora científica y profesora de Brasil, lleva años produciendo material bibliográfico y acaba de lanzar su primer libro de ilustración botánica bilingüe en portugués y castellano, donde recorre la historia de la I.B. en América Latina y entrega los fundamentos de nuestra disciplina.

Es un honor formar parte de este libro colaborativo con mi ilustración de una berenjena.

La artista e ilustradora científica brasileña Rosa María Alves lleva muchos años enseñando y desarrollando material pedagógico en ilustración zoológica y botánica. Este año acaba de lanzar un excelente libro titulado «Ilustración Botánica»en portugués y castellano. El trabajo de Rosa es un aporte muy significativo a la creación de materiales educativos en nuestro idioma. A pesar de que países con una gran industria editorial como México y España están muy avanzados en ilustración científica, aún existe poca literatura actualizada y atractiva en torno a las ramas de la disciplina. Este libro representa que el trabajo editorial colaborativo es posible y que tenemos profesionales de sobra para continuar esta enorme tarea.
Recibiendo una hermosa ilustración de mi amiga Rosa.
Definir y aclarar las diferencias conceptuales es de gran importancia.

María Alejandra Migoya, ilustradora botánica científica de La Plata, Argentina. Profesora e ilustradora de larguísima trayectoria que ha sido un motor muy importante para el desarrollo de su profesión en Argentina.


Uno de los aspectos que siguen débiles en nuestro continente son las definiciones de los diferentes conceptos y términos que rodean a la ilustración de las ciencias. En primer lugar, hay mucha confusión al momento de decir si una ilustración es científica o naturalista, o cuando no es ninguna de las dos. María Alejandra Migoya, ilustradora botánica científica de La Plata, Argentina, tiene muy clara esta falencia y considera que nuestros esfuerzos deben redoblarse en esta área. Estamos viendo muchos casos en que ilustradores definen su trabajo como científico cuando en realidad no lo es, pues no cumple con o¡los estándares estrictos de las publicaciones científicas. Existen casos donde personas copian fotos de plantas o animales y declaran que es una ilustración científica, sin embargo tales casos sólo corresponden a la copia -que puede ser muy buena- de una foto y no constituyen una obra producto de la investigación en torno a una especie o tema. También existen casos en que personas declaran estar presentando una ilustración botánica al hacer una pintura o dibujo de una planta sobre un plano blanco, pero que no cumple con las características y estándares de dicho tipo de representación. Es por esta razón que nuestra comunidad trabajará en la creación de material de libre acceso para que todos puedan estudiar y tener claras estas diferencias y conceptos.
Ahora, dejaré algunas fotografías de mi experiencia en el encuentro.
Ilustración digital de Juan Carlos Pérez, de Ecuador quien nos habló sobre su proceso creativo e hizo un taller de ilustración digital para los asistentes al encuentro. Su trabajo puede encontrarse en Instagram.

 Catálogo del trabajo del ilustrador peruano Oscar Vilca, quien pinta usando diversas técnicas animales y aves de su país.

Imágenes del taller de Disecciones Florales que realicé durante el encuentro. Me encantó compartir con jóvenes colombianos, ¡qué cordiales! 
Saberes ancestrales.

Durante el encuentro disfrutamos de una conversación con Confucio, indígena Tukano del Amazonas colombiano que pinta ilustraciones naturalistas de su región, basado en experiencias de cacería, pesca y conversaciones con su abuelo, que también ilustraba plantas.


Sobre límites, comunidad y competencia.

Para mí el primer semestre de cada año es muy intenso y más que nada dedicado a hacer clases y planificar cosas. Los primeros seis meses del 2018 estuvieron muy marcados por la organización de la Exposición Mundial de Ilustración Botánica, evento que se llevó gran parte de mi tiempo y energía. Entre eso y enseñar en la universidad y mi Sala de Clases apenas me quedó tiempo para pintar las obras que tengo en cola, desarrollar productos para mi tienda y producir mis cursos online que llevan mucho esperando para salir a la luz.
Para ser artista independiente hoy se necesita mucho más que el talento para hacer nuestro arte. Son muchas las habilidades que hay que desarrollar y es arduo el trabajo mental que hay que hacer para entender cómo moverse en este mundo, que aunque cueste aceptarlo, es un gran mercado donde para sobrevivir, hay que saber ofrecer lo que tenemos para dar.
Este último tiempo para mí se ha tratado de aceptar que mi trabajo y la forma en que lo desarrollo es un negocio. Que soy una emprendedora y que aunque me faltan algunos pasos burocráticos -que están en vías de concretarse- esto es así y no debo sentirme mal por eso.

En todo esto, quería compartir algunas reflexiones porque sé que somos muchos los artistas que nunca tuvimos formación en emprendimiento y la vida nos ha ido llevando hacia eso. Yo todavía estoy aprendiendo porque sé muy poco, incluso tomé un curso que se llama «Tu Negocio Hecho a Mano» en Casa de Oficios que me está sirviendo un montón para visualizar mejor lo que tengo que hacer para crecer y crear un negocio a mi medida, sustentable en el tiempo y que sea mi sustento, valga la redundancia. También, empecé a escuchar un montón de podcasts para emprendedores muy interesantes (todos en inglés) que me han motivado mucho, he aprendido cantidad de cosas nuevas y me han ayudado a ver que ya era una emprendedora, sólo que estaba haciendo todo por intuición y no había implementado sistemas ni visualizado mis números (dejaré los links a mis podcasts favoritos al final de este post). Aunque todo esto me produce mucho vértigo, es un nuevo desafío que me he puesto. El objetivo es combinar mi profesión, lo que sé, mi creatividad, ideas, ganas de enseñar y de seguir haciendo mi obra para lograr sostenerme con la estabilidad que la vida adulta necesita, que no es nada fácil siendo independiente.

Tres cosas que he descubierto que ayudan a ordenarse y lograr los objetivos personales, profesionales y de lucas (dinero):

1) Poner límites a los proyectos -y personas- que sólo te succionan energía y no aportan a tus logros.
Los límites en la vida son fundamentales. Sobre todo las mujeres tenemos la tendencia de decir que sí a todo por diferentes motivos. Bueno, para lograr cumplir los objetivos que tenemos hay que aprender a decir que no (poco usual en la cultura chilena además). Hay que perder el miedo a «no estar en todas», porque el que mucho abarca, ¡poco aprieta! Si nos llenamos de favores, proyectos de otros donde trabajamos gratis o por demasiado poco y no somos capaces de priorizar lo que realmente importa, será muy difícil llegar al lugar que esperamos. Así que a pensar en los límites necesarios para no desviarse del camino y más importante aún: valora tu tiempo y tu trabajo como corresponde.

2) Ser parte de tu comunidad.
Los artistas tenemos una gran capacidad para estar solos y encerrarnos por largo tiempo en la creación. En mi caso, puedo pasar semanas en mi casa compartiendo con muy poca gente porque mi trabajo me apasiona demasiado y el tiempo vuela cuando estoy metida en mi taller. Por eso -entre otras cosas-, hace algunos años abrí en Facebook el grupo Ilustradores Naturalistas Latinoamericanos que no para de crecer y que ha conectado a una comunidad que antes estaba disgregada. Es increíble el potencial que tienen las redes sociales en este sentido. Por eso, sea cual sea tu actividad, no te aísles y busca a tus pares porque la unión hace la fuerza y está comprobado.

3) La competencia puede ser sana porque no es con los demás, es contigo. Con otros, colaboramos.
La cultura occidental, desde Darwin en adelante, se ha fundado sobre los conceptos de competencia e individualismo, fomentando el afán de sobrepasar o eliminar -de la competencia- al otro con tal de lograr el éxito personal. Este concepto aplicado a la naturaleza está siendo muy cuestionado, y más todavía en las relaciones humanas. Hay muchas personas -¡muchas de ellas mujeres!- que están hablando de reemplazar competencia por colaboración, y en mi experiencia, esta forma de convivir con los pares es mucho más poderosa y beneficiosa para todos los miembros de una comunidad. 
Creo firmemente en la colaboración y la incentivo de varias formas que tú puedes aplicar en tu mundo profesional también: 
– Crear comunidad: una agrupación (como Cinc por ejemplo!), un grupo en alguna red social, o simplemente juntarse a conversar periódicamente con amigas de tu rubro o de otros afines puede ser una experiencia muy enriquecedora. Se comparten ideas, puntos de vista y lo mejor de todo es que se crean alianzas y redes de apoyo súper importantes, sobre todo ahora que es tan fácil sentirse sola. 
Así, tú y tus pares logran conocerse, apreciarse y visualizarse como eso, pares y no enemigos. 
– Si eres competitiva por naturaleza, pon el foco en competir contigo misma. Comparte con otros y sube tu propia vara. Los celos y envidias profesionales no te llevan a nada positivo. Menos aún hablar mal de personas que no te han hecho nada más que trabajar en la misma área que tú. Cada persona tiene su historia, su ritmo y sus limitaciones, y siempre siempre hay alguien con más talento, más recursos, más oportunidades, más pinceles, etc. Entonces dejemos la mala costumbre de mirar el pasto del vecino y trabajemos en cultivarnos, aprender de los errores, aceptar la diversidad, que cada persona aporta algo distinto y que en el mundo hay espacio para todos.

Espero que estas reflexiones, que no son nuevas pero que han ido cobrando importancia para mí, te ayuden a pensar sobre cómo te estás planteando en tu vida profesional y personal. A continuación dejo los links a podcasts que estoy escuchando y recomiendo (todo en inglés por ahora!!!).

1) Being Boss

2) Wild Soul Movement 

3) What Works

4) My Creative Empire

Geraldine MacKinnon – 2018

Libros que no pueden faltar en tu Biblioteca nº2

Es en tardes invernales y oscuras como ésta, que me dan muchas ganas de sentarme en algún lugar cercano a la estufa a tomarme un café y leer u hojear un buen libro. Así que me motivé y me puse a mirar mis libros para hacer una segunda lista de libros que vale la pena tener en tu biblioteca si te gustan los libros bellos (¡a quién no!) y si quieres aprender o inspirarte para ilustrar naturaleza.

1) «El Imperio Visible» Daniela Bleichmar

«El Imperio Visible – Expediciones botánicas y cultura visual en la Ilustración hispánica» es la tesis doctoral de la investigadora Daniela Bleichmar, quien nos cuenta con lujo de detalle la historia de las expediciones al Nuevo Mundo de la corona española. Este libro es muy interesante pues pone en valor las expediciones botánicas españolas, que en general han figurado poco en la cultura de la ilustración científica chilena. Lleno de ilustraciones y mucha información y análisis, «El Imperio Visible» explica la estrecha relación entre la expansión política y económica de un imperio y la ilustración como documento de registro e inventario.
Es del Fondo de Cultura Económica y se encuentra disponible en Chile, lo he visto en Librería Antártica.
2) «the Pressed Plant», Andrea DiNoto y David Winter.

 Este libro es para quienes aman los herbarios, no solamente como un método para preservar y estudiar plantas si no como una forma de arte en sí mismos. A través de sus páginas conoceremos las historias de varias colecciones de herbarios, y cómo la Botánica se transformó en una ciencia popular en los siglos XVIII y XIX. Muy bonito y estimulante para los fanáticos de las plantas prensadas.

The Pressed Plant está disponible en Amazon.com
3) Watercolour – Tate Gallery Britain.
Este es el catálogo de una exposición dedicada a la acuarela y su historia en la Tate Gallery en 2011, que recorrió la historia de este medio a través de obras y objetos, desde la Edad Media hasta hoy. Es muy interesante pues es uno de los pocos textos (y exposiciones) que se han dedicado  en profundidad a agrupar y analizar los momentos en el desarrollo de la acuarela y a sus exponentes más importantes, tomando en cuenta incluso su auge como medio de producción en la ilustración científica y la ilustración de las crónicas.
Disponible en Amazon.com
Watercolour, 2011.
Los dejo entonces con estos libros para amenizar las frías tardes invierno. Si tienes alguna sugerencia o si quieres saber sobre un libro en particular, no dudes en dejar un comentario.