Empezar el año


Mi escritorio en El Colegio de Ilustración Botánica.

Hola a todos!!!

Este es mi primer post del 2017, me he demorado mucho en partir este año en el blog. Este mes ha sido intenso pues ya están andando a toda máquina los cursos de verano y he estado trabajando en cosas nuevas que iré publicando durante el año. Tengo la sensación de que este año será mucho mejor que el anterior que, a pesar de las muchas dificultades que tuvo, me dejó muchas cosas buenas, como mi nuevo taller y la sala de clases El Colegio de Ilustración Botánica.

He estado haciendo mi lista de tareas para el 2017 y hay mucho que hacer:
Primero estoy preparando mi viaje de Residencia Artística a Kaua’i (Hawai’i) donde voy a trabajar dos semanas junto a 10 artistas de USA y Japón en la flora tropical de las islas hawaiianas. Es mi sueño hecho realidad, pues desde niña siempre he tenido una obsesión con Hawai’i y toda la Polinesia, y ya son 10 años desde que me fui a vivir a Rapa Nui. Por lo mismo es un hito muy importante: podré volver a conectarme con mi querida Polinesia (que no visito hace 8 años), conoceré a un grupo de artistas botánicos muy talentoso y podré aprender de ellos, tendré la fortuna de trabajar en el Jardín Botánico Tropical más bello del mundo y podré retomar el surf en aguas calentitas!!!

Esta semana además, fui a Plop! Galería a buscar los cuadros que mostré en la expo colectiva «Naturaleza Ilustrada» y me encontré con una linda sorpresa: una libreta con una de mis orquídeas, que está disponible en Plop! Muchas gracias a Pati y Claudio Aguilera, su galería es lo máximo, admiro mucho todo lo que han logrado!

Las 4 obras que expuse en la galería están disponibles para la venta.
También fui al Centro Cultural La Moneda a buscar dos fotos viajeras que fueron parte de la exposición «Álbum de Chile» curada por Gonzalo Leiva. Estas fotos fueron exhibidas primero en el CCLM y luego viajaron con una versión más reducida de la expo a Valparaíso, Antofagasta y Concepción. Aquí unas fotos del catálogo.

Estas dos fotografías están montadas sobre foam board de alta calidad y están disponibles para la venta en mi taller. Ambas son de tamaño A3 aproximadamente. Fueron impresas por el equipo de «Álbum de Chile» cumpliendo las exigencias de conservación necesarias para ser exhibidas en museos.
Por otro lado, estoy incursionando en otras técnicas e investigando mucho para llevar mi trabajo de ilustración botánica a otros lugares que no he explorado. Cuando tenga resultados los iré mostrando.
Y por último, les recuerdo que estamos trabajando arduamente en la quinta versión del Curso de Ilustración Botánica en el Instituto de Geografía UC, y que ya hay muchas postulantes y alumnas inscritas. Este año viene recargado de cosas nuevas y mejorado para que sea una mejor experiencia de aprendizaje. 
Un gran abrazo a todos y espero seguir contribuyendo a la valoración de las plantas y a crear un mundo más amigable en la medida de mis capacidades.
G.

Descansar para continuar y crecer

Este ha sido un año muy cargado de desafíos en todos los planos: laboral, familiar, personal, material, todo! En un abrir y cerrar de ojos estamos en agosto y casi sin darme cuenta, no había destinado ni un minuto a descansar, salir a dar una vuelta, ver el mar ni dormir hasta un poco más tarde. No había destinado tiempo para no hacer nada. Y qué importante es no hacer nada en un mundo que nos exige lo máximo, que nos hace estar siempre atentos. Sobre todo si hemos elegido el camino de ser independientes, la exigencia es doble pues viene de adentro y de afuera. Es complejo establecer una disciplina y ponerle límites al trabajo, que tiende a mezclarse con la vida familiar.

En esas reflexiones estaba, y me puse a buscar un taller fuera de mi casa. Estuve meses intentando entrar al Paseo de las Artes de La Reina, mi comuna, pensando que sería un lugar más que ideal para hacer mi trabajo y dar clases. Pero me encontré con el aparato municipal y después de mucho intentarlo, me di por vencida. También busqué lugares en arriendo, pero wow, están imposibles de pagar.

Así que finalmente, decidí mantener mi trabajo en casa como lo he hecho desde hace ya 8 años, sólo que me armé un nuevo taller, grande, espacioso, privado y estimulante para continuar con mi obra como ilustradora y además hacer cosas nuevas, explorar otras técnicas, otros temas y formas de crear.

Y por supuesto, no me olvido de las personas que quieren aprender a dibujar y pintar. Las clases de Ilustración Botánica son ya parte de mi vida, no pueden faltar. Es la forma de estar en contacto con otros, personas que vienen desde sus mundos a conocer el mío. Por eso, estamos a punto de inaugurar una agradable sala de clases, para unas 5 ó 6 personas. Es interesante pues con el pasar del tiempo estas clases se han ido transformando conmigo y con quienes van y vuelven.

La estancia en el Museo. Un espacio de reflexión en otras coordenadas, mirando un viejo parque en uno de los corazones de Santiago. Ahí está una gran fracción del conocimiento del país. Y no se entiende: por qué no está lleno de recursos y muestra lo mejor de sí mismo. Porque los intereses están en puntos equivocados. Y ahí, junto con las especiales personas que trabajan ahí y sus visitantes, está la comunidad. Es el puente entre conocimiento y las personas…bueno, uno de ellos.
Pronto empezaré una serie de trabajos para concluir la etapa 1 de este proceso.

Esto es parte de una larga investigación en curso. Un camino paralelo pues el mundo tiene muchas opciones. A ratos vivo muy concentrada en una sola cosa, pero en este momento surgen nuevas ideas. El mejor consejo: usar pocos colores, es la clave para conocerlos todos.

Fines del invierno.

Orquídeas del Herbario Nacional

Hoy en el MNHN hice estos dos dibujos. Se trata de inflorescencias de Chloraea magellanica . Lo que más me gusta de dibujar orquídeas prensadas en herbario es que los verdes de los tallos y hojas se transforman en preciosos colores cobrizos y dorados, hay hasta unos violetas metálicos muy especiales. Lo otro, es que todas las venas oscuras que tienen en hojas y pétalos se hacen más evidentes y dramáticas, lo que las hace extra interesantes de dibujar y pintar. Por eso, he decidio quedarme en este grupo de plantas que siempre logra atraerme, aunque mire muchas otras cosas.

La belleza atemporal del Herbario

¿Quién no se ha sentido atraído alguna vez por la belleza quieta y elegante de un espécimen de herbario? Desde el nacimiento de la Botánica como ciencia, miles de profesionales y aficionados le han dedicado tiempo y pasión a colectar plantas de todos los rincones del planeta para transformarlas en esta mezcla entre documento científico y obra de arte.

La planta se deshidrata y totalmente plana nos despliega sus formas y colores desde otra dimensión, donde el tiempo se detuvo.
Los últimos meses he estado trabajando en el Herbario Nacional, en el Museo Nacional de Historia Natural. He tenido el privilegio de poder mirar con calma y detención muchos especímenes de flores, algas, helechos y otras plantas de la colección.
Ilustrar plantas del Herbario es una experiencia totalmente nueva. Estas plantas tienen un brillo, una estética propia que es difícil de mostrar a través de la pintura.

Chloraea nudilabia – especie de orquídea chilena.

Después de mucho mirar e investigar, he decidido quedarme con las orquídeas. Nuestras especies son muy especiales ya en la naturaleza, pero en el herbario adquieren una nueva dimensión, casi pictórica, son verdaderos dibujos, llenas de venas negras -muchas de ellas- y colores cobrizos y dorados en sus tallos y hojas. 
Iré mostrando algunos avances, como este boceto. A fines de este año espero tener un lindo conjunto de obras terminadas.

Residencia en el Museo Nacional de Historia Natural: nueva aventura.


Vista del MNHN, parque Quinta Normal.


Hace poco más de un mes, empecé a trabajar en un nuevo proyecto -o aventura más bien- que hace mucho tiempo estaba imaginando. Después de presentar una propuesta de trabajo, soy oficialmente Artista Residente del Museo Nacional de Historia Natural, uno de mis lugares favoritos en Santiago.
Aunque mis ideas no están aún tan definidas, empecé un proceso de investigación de la colección del MNHN partiendo por el Herbario Nacional, en el Área Botánica. Una vez a la semana me instalo a trabajar y tengo la gran oportunidad de estudiar los especímenes del Herbario directamente y lo mejor de todo, dibujarlos.
Esta idea surgió hace ya cuatro años, cuando visité el Museo Británico y pude ver, en la sala de cerámicas de China, un antiguo rollo de papel pintado a mano llamado «Guwan tu: Pictures of Ancient Playthings» (pinturas de antiguas cosas favoritas, podría ser la traducción adecuada). Pertenece a la dinastía Qing y es del año 1728.

Fotos Geraldine MacKinnon, Museo Británico 2012.
Este rollo de 20 metros de largo, muestra pinturas en acuarela de diferentes objetos, como jarrones, vasijas, esculturas de jade, etc. de la colección personal del Emperador, y que eran albergados en la Ciudad Prohibida.
Desde la vez que lo vi, quedé muy inspirada con el el concepto de «colección ilustrada», y es hacia allá donde se dirige mi actual investigación.
Por el momento el criterio de mi búsqueda es bastante azaroso y estético, pues esta vez, mi intención es ser artista dentro del museo, y aunque mi lenguaje plástico es el del naturalismo científico, quiero abrir los puntos de vista de mi trabajo a un concepto más amplio.
Para comenzar, estoy trabajando en un Diario de mi Residencia, donde voy haciendo bocetos de objetos que me interesan.

 

Las primeras dos páginas de mi Diario.


Lo más interesante es que a medida que avanzo, converso con la gente en el museo y me voy adentrando en la colección, van surgiendo más ideas de cómo darle forma a este proceso. Pero eso sí, me he propuesto hacerlo con mucho tiempo y tranquilidad para no apurar las cosas y obtener un resultado que realmente valga la pena.
Estaré periódicamente contándoles sobre los avances de este nuevo desafío.
Algunos de mis materiales en su formato de viaje para ir cada semana al MNHN.