Hace unos días estaba revisando mis obras enmarcadas, cuando me di cuenta de que el herbario de Chloraea chrysantha que hice el año pasado para la BVAM se estaba despegando y la delicada flor corría peligro de desarmarse. Entonces decidí desmontarla del marco y restaurarla para que no sufriera daños.
Esto me pasó en primer lugar porque no usé todos los materiales adecuados en el montaje.
Los herbarios son lindas alternativas para coleccionar plantas que nos gustan, y para conservar las que a veces nos encontramos pero no podremos volver a plantar o reproducir por diferentes motivos. Esta orquídea la prensé porque cuando la estaba terminando de dibujar, se me cayó de la mesa de trabajo y el tallo se quebró. En vez de botarla a la basura o dejar que se pudriera, decidí prensarla. Para eso, aproveché que todavía hacía frío y la aplasté muy bien con libros y papel de diario y la puse cerca de la estufa, para acelerar la deshidratación y evitar la aparición de hongos, que son enemigos nº1 en este proceso.
Una vez bien seca -si el proceso estuvo bien hecho, los colores no se perderán totalmente-, lo ideal para que se conserve bien es pegarla en una hoja de cualquier tipo de papel libre de ácido. Esto es fundamental, pues con el tiempo y la luz los ácidos presentes en la mayoría se van liberando y aparte cambiar la coloración del papel, van carcomiendo otros materiales, en especial el material vegetal que es muy delicado. En este caso elegí un papel de acuarela Arches 100% algodón, libre de ácido, que tenía guardado y que por su grano no suelo usar para pintar. Pero mi error la primera vez, fue usar tiritas de masking tape para pegar la planta al papel. El masking tape viene cargado de ácido y además con los cambios de temperatura se despega. Al desmontar el marco, vi que el pegamento se había cristalizado y estaba dañando la planta y el papel. Así que lo saqué y raspé con un cuchillo todos los restos del pegamento que pudieran quedar.
Luego, para reemplazar el masking tape, usé tiritas de papel japonés también libre de ácido, y almidón de arroz como pegamento, que también es PH neutro y por lo tanto no libera químicos dañinos. La planta también se había empezado a inclinar y una flor se había despegado de su tallo, así que con mucho cuidado y usando un pincel, la pegué al papel -sólo en algunos lugares- para que quedara firme.
* Dato actualizado: la manera tradicional de montar herbarios es cosiéndolos al papel con hilo de algodón blanco. Muy fácil de conseguir y hacer.
Lo más importante al hacer un herbario es:
– Cuidar que la planta se seque 100% y rápido antes de montarla. No debe quedar ni una gota de humedad pues esto atraerá hongos inevitablemente.
– Que todos los materiales que estén en contacto directo con la planta, sean libres de ácido, diseñados para conservación.
Finalmente volví a poner mi orquídea en su marco, ahora muy segura y lista para durar muchos años sin tener que molestarla otra vez.
Espero que les sirvan estos datos. Recuerden que no está permitido sacar plantas nativas de lugares protegidos para hacer herbarios ni venderlas, ni nada por el estilo. Pueden usar plantas ornamentales o recurrir a viveros donde comercialicen flora chilena (esta orquídea provino del vivero del Jardín Botánico Nacional y yo contaba con autorización para trabajar allí).