La auto publicación: un nuevo canal para la creatividad.

Este mes de mayo es uno de los más movidos de este año, sin duda. Están pasando muchas cosas en mi mundo de ilustración botánica: el 15 parto con los talleres de Ilustración de Orquídeas en mi sala de clases, el 18 es la inauguración de la exposición internacional de Ilustración Botánica de Flora Chilena, y además estoy terminando de imprimir la segunda edición de mi Cuaderno de Estudio Mini. Hoy tengo muchas ganas de hablar precisamente de la autoedición. 
Al empezar este año, mi resolución personal para el 2018 fue el crecimiento: expandir mis límites, ir más allá y sobre todo, definir lo que quiero hacer de aquí a los próximos 10 años. Sé que suena mucho tiempo, pero estoy aprendiendo a ponerme metas a corto, mediano y largo plazo. Supongo que en este mundo tan rápido y exigente, si quiero que me vaya bien, tener una carrera que me haga feliz y además ser un puntal económico en mi casa, tengo que ser una mujer organizada. 
En todas esas reflexiones, encontré que uno de las vertientes donde quiero invertir mi energía es en los materiales educativos para ilustración botánica y en las autoediciones. Esto es, con mis recursos y posibilidades, crear mis propios libros y publicaciones, físicas o digitales. 
Empecé el año pasado con la primera edición del Cuaderno de Estudio Mini. La idea inicial de este librito era juntar algunos contenidos básicos y tenerlo como libreta de apuntes y referencias en mis clases y también para quienes lo quisieran comprar. Imprimí 100 ejemplares y se me hicieron pocos. A comienzos de este año, decidí escribir otro libro que fuera complementario, y que reuniera otros contenidos más teóricos y muchos datos, por eso decidí que lo mejor era hacerlo en formato digital. El Cuaderno de Estudio Digital es mi primer experimento en esta línea de publicaciones y espero revisarlo pronto para irlo mejorando en aspectos como que se adapte mejor a los distintos dispositivos y que esté mejor diseñado. 
Hoy acaba de irse a imprenta la segunda edición del Cuaderno de Estudio Mini (me encanta que se llame como si fuera algo tecnológico), que viene corregido en la parte botánica por la ilustradora botánica argentina Alejandra Migoya y con varios contenidos nuevos. El tipo de libro sigue siendo igual porque como ya saben, lo estoy haciendo con mis recursos disponibles y sabiendo que no tengo los canales de venta de los libros «de verdad» (no digo que mis cosas no sean verdaderas porque lo son!!!). Eso sí esta vez hice 200 y espero con estos recursos poder más adelante desarrollar un tercero más extenso y sofisticado. No sé cómo pero lo haré.
Por lo pronto, apenas pase este mes de locos, me voy a dedicar 100% a mi escuela online y a producir y lanzar mis cursos definitivamente. Y esto, créanme, no es algo fácil! requiere de mucho trabajo, tiempo, estudio e inversión. No es ponerse a dibujar delante de la cámara, es mucho más complejo y por eso mismo lo encuentro algo muy apasionante y sé que valdrá la pena.
Si lees este post y crees tener buenas ideas que podrían ser algo interesante, no dudes en comentar o escribirme! 

Portada y entrevista en la revista online sobre literatura infantil y juvenil «Había Una Vez».

Queridos amigos, dejo con ustedes el número 25 de la linda revista digital «Había Una Vez», que se dedica a la literatura infantil y juvenil. Tuve el gran honor de ilustrar su portada y de ser entrevistada por Claudio Aguilera, uno de los fundadores de Galería Plop!
El número completo está precioso, lleno de lindas ilustraciones e interesantísimos artículos.
¡Que la disfruten!

Diente de León

La ilustración de Hierba Buena, en Revista Viernes del 15 de agosto.

Taraxacum officinale, Diente de León, Geraldine MacKinnon 2014.

Ya está disponible el catálogo de la 11 Bienal de Artes Mediales (2013) en el MNBA.

Hace un par de semanas fue el lanzamiento del catálogo de la Bienal de Artes Mediales 2013 en el Museo Nacional de Bellas Artes.
Aquí se pueden conocer todas las obras y textos que tuvieron lugar en esta gran exposición, que reunió a una gran diversidad de artistas y proyectos en torno al concepto de «autonomía» y a la relación entre arte y ciencia.
Muchas gracias a todo el equipo de la BVAM, fue una gran experiencia.


Hierbas medicinales en Revista Viernes

Como continuación del post anterior y para mostrar más de mi trabajo con plantas medicinales de uso común en Chile, aquí va una muestra de la publicación de hoy en Revista Viernes (La Segunda).
Esta nueva revista basa sus imágenes en el trabajo de ilustradores chilenos, y la ilustración botánica también está presente a través de la columna «Hierba Buena», de la periodista Henriette De Visscher. Ya van cuatro entregas y vienen más en camino, no se las pierdan!!!

Para ver el texto completo, busquen la Revista Viernes, está bien buena 🙂

Me declaro como Post Naturalista, después de darle muchas vueltas al asunto.


Acabo de terminar la segunda versión del curso de Ilustración Botánica RBGE en el Instituto de Geografía de la Católica y al mismo tiempo, me concentro en un proyecto de ilustraciones etnobotánicas encargadas por el Museo Precolombino. Se trata de un momento especial, justamente a un poco más de cuatro años de haber empezado con este oficio y a siete de haber logrado restablecer la conexión con el mundo natural. A pesar de no ser una enorme cantidad de años han pasado muchas cosas, he aprendido mucho, ganado experiencia y construido un nicho donde establecer mi trabajo.
Sin embargo hay un tema que no deja de rondarme y que en estos períodos creativos se hace más necesario enfrentar: hacia dónde y cómo enfocar mi creatividad. Aparentemente es algo ya resuelto.
Últimamente he participado en un par de discusiones en grupos de artistas botánicos donde confluyen ilustradores de varios países, mayoritariamente británicos, europeos, y estadounidenses más algunos latinoamericanos, turcos y africanos (muy, muy pocos). En estas conversaciones se debate sobre qué tipo de trabajos califican como ilustraciones botánicas según los criterios actuales de las diferentes asociaciones y agrupaciones donde se organizan competencias y se otorgan premios a los mejores trabajos cada año. El debate aparece cuando miembros de los foros postean imágenes de obras que se salen de estos criterios –por ejemplo porque tienen el fondo pintado, las plantas proyectan sombra, no son botánicamente correctos y pasan a la categoría de “arte botánico”. Estas imágenes en el último tiempo, están siendo eliminadas de los foros pues no están en concordancia con las definiciones oficiales de Ilustración Botánica.

 “La ilustración científica de las plantas es un aspecto importante del, más amplio, mundo del arte botánico, definida por su propósito como una ayuda para el estudio y clasificación de especies. Botánicos e ilustradores trabajan juntos dentro de una relación sinérgica que resulta en ilustraciones específicamente diseñadas para complementar el texto. Las ilustraciones botánicas se utilizan para ilustrar “floras”, monografías, guías de campo e investigaciones. El artista sigue convenciones establecidas que incluyen una preferencia por el trabajo en blanco y negro, una habilidad para crear dibujos desde especímenes de herbario y la producción de magnificaciones detalladas de partes fundamentales de los especímenes. La precisión técnica es esencial pero los límites entre arte e ilustración son difíciles de distinguir, dados a menudo más por el propósito que por el estilo.”

Definición actual de “Ilustración Científica –Botánica- de la ASBA (American Society of Botanical Artists, 2014), originalmente en inglés.

Flor de hinojo, 2014.



 Es lógico que la ilustración puesta al servicio de la ciencia tenga reglas y límites bien definidos para mantener su objetividad –aun tratándose de una ficción, una representación bidimensional que ha pasado por el filtro del autor- y constituir un oficio consolidado y consistente en el tiempo -300 años de tradición lo demuestran. En este sentido, hay que ser muy específico al definir el trabajo propio: es diferente definirlo como “ilustración botánica”, que como “arte botánico”. La palabra “arte” añade automáticamente el valor subjetivo, personal y creativo del que carece la ilustración científica. Lo que ambos comparten son los criterios formales, de diseño, técnicos y la estética de las plantas. Es por esto que muchas veces las ilustraciones científicas mejor logradas son también catalogadas como obras de arte: su valor estético y perfección técnica logran elevar la ilustración desde su espacio utilitario hasta el estatus más “espiritual” de la obra de arte. Pero a ojos de un crítico o artista contemporáneo, a pesar de esta belleza innegable, la imagen seguiría siendo la de una ilustración; una pieza de excelencia en el ámbito técnico (siempre recuerdo el concepto de tekhne descrito por Radoslav Ivelic y aprendido en su clase durante mi primer año de Licenciatura en Artes cuando pienso en esta idea). ¿Es acaso injusta esta clasificación? ¿Dónde están los verdaderos límites? Todavía no tengo una respuesta muy elaborada al respecto. Observando estrictamente mi propio trabajo y siendo muy honesta con lo que veo, son pocas las ocasiones en que he realizado una verdadera ilustración científica.

Alstroemeria revoluta, 2014.

En cambio, son muchísimas las ocasiones en que los trabajos califican como “arte botánico”, y una obra fue expuesta como arte contemporáneo, pues formó parte de una exhibición de arte contemporáneo y el concepto detrás de la obra no radicaba en la correcta representación de la especie si no más bien en el hecho de establecer un puente entre los científicos que estudian esa planta, yo como artista y en tercer lugar el público (La Conversación, BVAM 2013).


Nadando en esta sopa de definiciones, límites e intentos de obediencia y de transgresión, se encuentra mi producción de obra.

Podría seguir así mucho tiempo más, experimentando ocasionalmente en cada área, llegando a propósito o por casualidad a llenar las expectativas de la ilustración científica, del arte o del híbrido que es la mayor parte de mi trabajo. Pero siento que es momento de unir estas formas de hacer para así crear el oficio propio.
Aquí aparece un término que me hace mucho sentido, el Postnaturalismo, con el que me bautizara Gonzalo Leiva en una reseña de la exhibición “Mi Naturalismo: tras los pasos del espíritu viajero” en Galería Artium, 2011.

“…su propuesta desplaza el naturalismo y sus restricciones de paradigma, para incorporarse a un camino propio e interpretativo, abandonando barreras, modas y concepciones. La honestidad  plástica resultante es conmovedora.”

He aquí el centro del asunto. Hace ya tres años de este texto, pero hoy se vuelve central, pues permite desde una mirada externa, aclarar cuál fue el camino desde ese primer acercamiento a un discurso propio. Rescatar estas palabras y tenerlas como guía se vuelve de suma importancia y urgencia en el quehacer diario, pues liberan mi trabajo de las ataduras y restricciones de la norma científica. Cuando se ha participado mucho tiempo en ese ámbito, ya sea como aprendiz, ilustrando, o simplemente conectada a ello, resulta complejo ampliar la perspectiva y acoger nuevas ideas, sobre todo en solitario, sin pares que hagan de “espejo” y colaboren con la remoción de los límites auto impuestos. Pero siempre hay un punto de inflexión.
 Por lo pronto, me interesa continuar con investigaciones que ayuden a profundizar más en las relaciones especie (planta) – artista – público. Teniendo el análisis a través del dibujo y la acuarela como plataforma visual central, también me interesa incorporar y darles mayor protagonismo a todas aquellas etapas de la investigación que se materializan a través de fotografías, herbarios, notas de campo, viajes, etc. Es el proceso de investigación el que sostiene y enriquece el resultado final –la ilustración- y que le otorga un sentido más allá del estético o centrado en la planta como punto de interés único. Incluir diferentes materialidades también es parte de esta nueva etapa, y en un tiempo más espero incorporar nuevos medios técnicos a lo que ya forma parte de mi obra.

Experimento para nueva publicación en curso, 2014.

Mi Naturalismo en Revista PAT, invierno 2013.

Sé que es un poco tarde pero me encontré con este PDF en Internet y por supuesto que quise compartirlo con ustedes.
Me encanta cómo quedó este reportaje visual sobre mi trabajo escrito por la periodista Catalina Mena y diseñado por Macarena Balcells.

Nuevo proyecto

Lista para empezar la producción de ilustraciones de este año: 9 plantas para un nuevo libro. Pronto contaré más detalles, pero la verdad es un proyecto que me tiene muy entusiasmada. Sigo con plantas del sur, que en general se han tomado mi camino. Será que me tengo que ir acercando cada vez más a esa zona? Me encanta la idea.
Hoy debo terminar el dibujo del Canelo y tres plantas más que me trajeron directamente de un rincón desconocido del sur -para mí- y que debo dejar dibujadas y estudiadas antes de que se sigan deteriorando.
Manos a la obra!!!

Este mes en revista Chile Indómito :)

Estoy muy feliz porque este mes hay un reportaje a mi trabajo y al de otras tres colegas ilustradoras naturalistas en la excelente revista de naturaleza chilena «Chile Indómito». Aquí les dejo el link a la revista, que aparece todos los meses en formato digital.