Investigar sobre una planta que no tienes a tu alcance: El Cacao.
Residencia en Kaua’i: Segundo reporte.
Es hora de seguir contándoles sobre mi experiencia en Kaua’i en marzo pasado. En el post pasado les conté un poco sobre el NTBG (jardín), ahora quiero mostrarles a mis compañeros, hablarles de mi proyecto y de nuestro día a día a través de fotos. Arriba pueden ver los libros que traje, la idea es tener buen material de referencia ahora que tengo que pintar un importante número de plantas a partir de mis registros. Los libros para mí, son la fuente más confiable y agradable de leer. Además, cada uno propone un punto de vista particular en torno a las plantas de un mismo lugar.
Cinco de nosotros (Mali, Robin, John, Asuka y yo) vivimos las dos semanas juntos en esta casa de Papalina Road, a menos de dos cuadras caminando del jardín botánico. Tuvimos suerte porque nos llevamos muy bien, nos hicimos amigos y al final nos transformamos en una especie de familia con nuestra rutina y todo.
Nuestro primer día, partimos con un experto a conocer de cerca las plantas más raras y especiales. Vimos muchas nativas de Kaua’i y Hawai’i y también del resto de la Polinesia, como las Marquesas. En Kaua’i la familia Malvaceae está muy presente, con los hibiscos que conocemos tan bien. Eso sí, los nativos son bien especiales, algunos muy distintos de los que vemos comúnmente.
Residencia en NTBG Florilegium Project, Kaua’i / Primer Reporte
Hace ya dos días que regresé de uno de los viajes profesionales más importantes de los últimos años: una residencia de dos semanas en el National Tropical Botanical Garden de Kaua’i (NTBG Florilegium Project). Kaua’i es la isla más antigua del archipiélago de Hawai’i y la primera que poblaron los polinesios.
Gracias a un grupo de 15 personas que creen en mi trabajo, pude financiar este viaje a un lugar tan lejano y espectacular. Desde ahora estoy trabajando en una lámina original para cada uno como retribución por su importante apoyo económico.
Para mí como ilustradora botánica chilena es invaluable poder acceder a este tipo de oportunidades, que lamentablemente todavía no se dan en mi país (espero poder ayudar a cambiar eso durante mi carrera y mi vida).
El Proyecto y el lugar.
Organizado por la Ilustradora Botánica y Profesora Wendy Hollender (NY) en conjunto con el NTBG, se trata de un encuentro de artistas que se reúnen año a año a retratar la flora de las islas hawaiianas, la Polinesia y el Trópico en general. Además se desarrollan cursos para los habitantes de las islas y una exposición con los trabajos de los artistas cada año. El grupo de 11 ilustradores es estable, es decir, quienes formaron parte de la versión 2016 y la 2017 han quedado seleccionados como los artistas del proyecto. Por eso, es tremendo honor formar parte de un grupo donde hay grandes figuras de la ilustración botánica mundial como Asuka Hishiki (Japón), Mali Moir (Australia), Robin Jess (USA) y John Pastoriza Piñol (Australia).
El jardín tiene dos grandes sitios en Kaua’i, otro en Maui y por último, en Miami, Florida. El Florilegium Project se ubica en el jardín principal, en Kalaheo, Kaua’i. Este lugar hace 50 años fue una gran plantación de caña de azúcar, que fue comprada por privados que lo transformaron en el espectacular parque que es hoy. En este lugar existe un Herbario, una biblioteca de libros raros de ilustración botánica (espectacular!) y un edificio para trabajo científico.
Herbario de Orquídeas en Plop! Galería.
El pasado sábado 12 de noviembre inauguramos en la conocida Plop! Galería una exposición colectiva dedicada a la ilustración de plantas. «Naturaleza Ilustrada» reúne a seis artistas+ilustradores que nos dedicamos a este tema, desde diversos puntos de vista. La expo estará abierta hasta fines del mes de diciembre.
La obra que presento en esta ocasión, es un conjunto de 4 trabajos realizados durante mi Residencia en el Herbario Nacional (MNHN), a principios de este año.
No tenerle miedo al Negro
En las escuelas de Arte (Universidades) al enseñar pintura, se suele poner al negro en un lugar poco amable y se les exige a los alumnos eliminarlo completamente de sus paletas. Al menos en mi caso fue así, y lo he escuchado varias veces de amigos pintores que recuerdan a sus profesores prohibir el uso de los pigmentos negros, como el Mars Black (el más antiguo de los negros) o el Lamp Black.
El argumento utilizado era que el negro era demasiado invasor y que tendía a ensuciar los colores y a aplanar las sombras, y además se asociaba con el negro de la tinta del cómic.
En mi clase, a cambio del negro el profesor nos enseñaba a mezclar «negros ópticos», que se obtenían mezclando Azul Ultramar y Tierra de Sombra Tostada, independiente de la paleta que se estuviera utilizando…que por lo demás, era muy reducida y sin un análisis de por medio.
En ilustración botánica, también está la idea de evitar el negro. Sin embargo, este pigmento sí puede ser una gran herramienta en ciertos casos si se usa complementando los negros ópticos, sin abusar de él.
Descansar para continuar y crecer
Este ha sido un año muy cargado de desafíos en todos los planos: laboral, familiar, personal, material, todo! En un abrir y cerrar de ojos estamos en agosto y casi sin darme cuenta, no había destinado ni un minuto a descansar, salir a dar una vuelta, ver el mar ni dormir hasta un poco más tarde. No había destinado tiempo para no hacer nada. Y qué importante es no hacer nada en un mundo que nos exige lo máximo, que nos hace estar siempre atentos. Sobre todo si hemos elegido el camino de ser independientes, la exigencia es doble pues viene de adentro y de afuera. Es complejo establecer una disciplina y ponerle límites al trabajo, que tiende a mezclarse con la vida familiar.
En esas reflexiones estaba, y me puse a buscar un taller fuera de mi casa. Estuve meses intentando entrar al Paseo de las Artes de La Reina, mi comuna, pensando que sería un lugar más que ideal para hacer mi trabajo y dar clases. Pero me encontré con el aparato municipal y después de mucho intentarlo, me di por vencida. También busqué lugares en arriendo, pero wow, están imposibles de pagar.
Así que finalmente, decidí mantener mi trabajo en casa como lo he hecho desde hace ya 8 años, sólo que me armé un nuevo taller, grande, espacioso, privado y estimulante para continuar con mi obra como ilustradora y además hacer cosas nuevas, explorar otras técnicas, otros temas y formas de crear.
Y por supuesto, no me olvido de las personas que quieren aprender a dibujar y pintar. Las clases de Ilustración Botánica son ya parte de mi vida, no pueden faltar. Es la forma de estar en contacto con otros, personas que vienen desde sus mundos a conocer el mío. Por eso, estamos a punto de inaugurar una agradable sala de clases, para unas 5 ó 6 personas. Es interesante pues con el pasar del tiempo estas clases se han ido transformando conmigo y con quienes van y vuelven.
La estancia en el Museo. Un espacio de reflexión en otras coordenadas, mirando un viejo parque en uno de los corazones de Santiago. Ahí está una gran fracción del conocimiento del país. Y no se entiende: por qué no está lleno de recursos y muestra lo mejor de sí mismo. Porque los intereses están en puntos equivocados. Y ahí, junto con las especiales personas que trabajan ahí y sus visitantes, está la comunidad. Es el puente entre conocimiento y las personas…bueno, uno de ellos.
Pronto empezaré una serie de trabajos para concluir la etapa 1 de este proceso.
Esto es parte de una larga investigación en curso. Un camino paralelo pues el mundo tiene muchas opciones. A ratos vivo muy concentrada en una sola cosa, pero en este momento surgen nuevas ideas. El mejor consejo: usar pocos colores, es la clave para conocerlos todos.