Investigar sobre una planta que no tienes a tu alcance: El Cacao.

Antigua ilustración de Theobroma cacao, Alemania.
Fuente: Google.
Cuando queremos hacer la ilustración de una planta, es muy importante recabar la mayor cantidad de información posible, tanto en términos botánicos, registros fotográficos, otras ilustraciones de toda clase y época, la relación de la planta con el ser humano, etc.
En marzo pasado tuve que investigar muchas plantas tropicales en Kaua’i y aunque las dibujé, hice pruebas de color y les tomé fotos, la información que obtuve no es suficiente hoy. Por otro lado, la distancia temporal y no tener el modelo presente, hace que la atención se diluya y es algo complicado sentarse a pintar con entusiasmo si no tienes mucho qué mirar y la planta pareciera parte del pasado (me ha sucedido así algunas veces). 
Por eso, nada mejor que un estudio rápido, completo y preciso de la planta antes de empezar, para empaparse de ella completamente y bueno, también encantarse con el tema.
Mi ejemplo de hoy es el Cacao, Theobroma cacao, el árbol sagrado centro americano de donde viene el amado, codiciado y exquisito chocolate. Sin duda un gran regalo producto de la curiosidad alimentaria de la gente y las maravillas ocultas que traen las plantas.
Qué no podríamos decir del Cacao…una de las pocas especies de plantas en el mundo cuyas semillas se transan en las bolsas de comercio, moviendo billones de dólares al año…que para la producción del dulce chocolate muchas veces se usa mano de obra infantil esclava, o que los españoles quedaron literalmente vueltos locos con el brebaje misterioso y mega reconfortante que tomaban los aztecas, que hasta tenían una diosa para el preciado árbol. 
Ixcacau, la Diosa del Cacao (Google)
La definición de Theobroma cacao en Wikipedia 
Un Herbario tridimensional del árbol del Cacao. Estas reliquias preciosas del siglo XIX 
hoy se transan en las grandes casas de remate y en anticuarios europeos (Google).
Ilustración botánica antigua del Cacao, con énfasis en la flor, muy pequeña con respecto al gran y vistoso fruto. (Google)

Fruto abrierto y semilla del cacao, la que después se transforma en chocolate.
Fotos: Geraldine MacKinnon.
Mi escritorio en Kaua’i mientras pintaba el fruto del Cacao.
Entonces, para tener una visión global de las plantas, recomiendo investigar lo más posible. Pocas plantas tienen tanta información de tantas clases diferentes como el Cacao, pero siempre hay cosas interesantes que se pueden encontrar indagando más profundo (y ustedes lo saben!!!). 
Estudio inconcluso del fruto del Cacao. Kaua’i 2017.
Antiguo diario de plantas tropicales en acuarela opaca, autor(a) deconocido(a). 
Foto: Geraldine MacKinnon, 
National Tropical Botanic Garden, Kaua’i 2017.

Algunas de mis fotos de registro del árbol, el fruto y las hojas.
Con todo esto, la idea es armar una composición nueva, creada especialmente para mi interpretación del cacao. Es decir, incluiré los elementos que considero relevantes para lo que quiero destacar de esta famosa especie. Así que, muy pronto podré mostrar el resultado de mi experiencia ilustrando el cacao. Para terminar, les dejo un interesante documental que muestra la cruel realidad en las plantaciones de cacao en África, donde compañías gigantes del chocolate hacen la vista gorda al terrible tráfico de niños esclavos y a los peligros que enfrentan al ser engañados, cambiados de país y obligados a trabajar con filosos y pesados machetes. Para pensar qué chocolates compramos la próxima vez.

Residencia en Kaua’i: Segundo reporte.

Es hora de seguir contándoles sobre mi experiencia en Kaua’i en marzo pasado. En el post pasado les conté un poco sobre el NTBG (jardín), ahora quiero mostrarles a mis compañeros, hablarles de mi proyecto y de nuestro día a día a través de fotos. Arriba pueden ver los libros que traje, la idea es tener buen material de referencia ahora que tengo que pintar un importante número de plantas a partir de mis registros. Los libros para mí, son la fuente más confiable y agradable de leer. Además, cada uno propone un punto de vista particular en torno a las plantas de un mismo lugar.

Foto: Wing Fong.

Como les conté anteriormente, el NTBG Florilegium Project busca reunir a un grupo estable de artistas botánicos de diferentes lugares del mundo con el fin de ilustrar las plantas nativas del archipiélago de Hawai’i, la Polinesia y otras regiones tropicales. En esta foto vemos al grupo (faltan algunas pintoras que no pudieron asistir este año). Los artistas son -de izquierda a derecha: Trudy Rehbock (USA), Mali Moir (Australia), Jane Goldsmith (USA), John Pastoriza Piñol (Australia), Robin Jess (USA), Asuka Hishiki (Japón), Wendy Hollender (organizadora, USA), Geraldine MacKinnon (yo), Esther Carpi (USA), Kelly Radding (USA) y Melanie Campbell-Carter (USA). Todos estos artistas cuentan con una gran trayectoria y fue un verdadero placer poder compartir con ellos dos semanas de intenso trabajo, conversaciones y excursiones…y uno que otro chapuzón en el mar!

Cinco de nosotros (Mali, Robin, John, Asuka y yo) vivimos las dos semanas juntos en esta casa de Papalina Road, a menos de dos cuadras caminando del jardín botánico. Tuvimos suerte porque nos llevamos muy bien, nos hicimos amigos y al final nos transformamos en una especie de familia con nuestra rutina y todo.

Nuestro primer día, partimos con un experto a conocer de cerca las plantas más raras y especiales. Vimos muchas nativas de Kaua’i y Hawai’i y también del resto de la Polinesia, como las Marquesas. En Kaua’i la familia Malvaceae está muy presente, con los hibiscos que conocemos tan bien. Eso sí, los nativos son bien especiales, algunos muy distintos de los que vemos comúnmente.

Hibisco Kokio, uno de los nativos de Kaua’i, de un naranja muy intenso.
Esta Campanulaceae endémica es pariente de nuestras Lobelias.
La maestra Mali Moir trabajando.
Todos los días a partir de las 8:00 am (excepto Asuka que tiene la capacidad de levantarse a las 6, envidiable!!!) llegábamos a la sala donde trabajábamos todos juntos. Teníamos vista a todo el valle del jardín botánico y al mar. En la mañana, el encargado de las plantas nos traía las muestras que necesitábamos para trabajar. A veces bajaba al jardín por mi cuenta a sacar fotos y a descubrir más plantas exóticas.
Orquídeas con olor a chocolate con vainilla…riquísimo!
El camino hacia la playa; el NTBG limita con el mar.
La hermosa playa donde termina el jardín. Estábamos felices pues vimos saltar varias veces a una ballena jorobada muy cerca de la orilla. Estas ballenas son muy abundantes en los alrededores de Kaua’i y no son difíciles de ver. Fue emocionante para mí pues nunca había tenido esa experiencia.

Paseando por el Parque Kokeo y el Waimea Canyon, una especie de Cañón del Colorado tropical. Kaua’i se diferencia de otras islas del archipiélago por sus lluvias más abundantes y vegetación más selvática en la parte central y norte de la isla. Es la isla más antigua de Hawai’i y esto se puede apreciar en la forma de sus montañas.
Libro de especies tropicales, s. XVIII

Diario de plantas tropicales pintado a mano con gouache (acuarela opaca), del siglo XIX.
En la biblioteca del NTBG existe una colección de libros raros de botánica (realmente espectacular e insospechada) donde se puede encontrar una copia de la primera edición de El Origen de las Especies de Charles Darwin y muchos otros libros increíbles. Poder mirar libros antiguos, diarios pintados a mano y otras joyas fue muy estimulante, se aprende mucho y las ideas empiezan a llegar a raudales.
John P.P. trabajando en su particular estilo.
No hay nada como trabajar en grupo 🙂

La mesa de Esther Carpi, que trabaja con lápices de colores.

Trudy Rehbock, muy simpática, trabajando en su lámina de una linda flor de islas Marquesas.

La mesa de nuestra energética, simpática y gran organizadora y artista Wendy Hollender. Ella desarrolla su trabajo con lápices de colores y ha sido maestra de Trudy y Esther por muchos años.

Mi mesa uno de esos días.
En el próximo reporte, les mostraré más plantas BELLAS y hablaré de las especies que elegí para trabajar. Nos vemos!

Un raro hibisco nativo de Kaua’i. Solo quedan dos plantas en su ambiente original, si no lo cuidan, va a desaparecer.

Residencia en NTBG Florilegium Project, Kaua’i / Primer Reporte

Hace ya dos días que regresé de uno de los viajes profesionales más importantes de los últimos años: una residencia de dos semanas en el National Tropical Botanical Garden de Kaua’i (NTBG Florilegium Project). Kaua’i es la isla más antigua del archipiélago de Hawai’i y la primera que poblaron los polinesios.

Gracias a un grupo de 15 personas que creen en mi trabajo, pude financiar este viaje a un lugar tan lejano y espectacular. Desde ahora estoy trabajando en una lámina original para cada uno como retribución por su importante apoyo económico.
Para mí como ilustradora botánica chilena es invaluable poder acceder a este tipo de oportunidades, que lamentablemente todavía no se dan en mi país (espero poder ayudar a cambiar eso durante mi carrera y mi vida).

El Proyecto y el lugar.

Organizado por la Ilustradora Botánica y Profesora Wendy Hollender (NY) en conjunto con el NTBG, se trata de un encuentro de artistas que se reúnen año a año a retratar la flora de las islas hawaiianas, la Polinesia y el Trópico en general. Además se desarrollan cursos para los habitantes de las islas y una exposición con los trabajos de los artistas cada año. El grupo de 11 ilustradores es estable, es decir, quienes formaron parte de la versión 2016 y la 2017 han quedado seleccionados como los artistas del proyecto. Por eso, es tremendo honor formar parte de un grupo donde hay grandes figuras de la ilustración botánica mundial como Asuka Hishiki (Japón), Mali Moir (Australia), Robin Jess (USA) y John Pastoriza Piñol (Australia).


Vista desde la parte superior del valle donde se emplaza el NTBG, que se extiende hasta una hermosa playa.

El jardín tiene dos grandes sitios en Kaua’i, otro en Maui y por último, en Miami, Florida. El Florilegium Project se ubica en el jardín principal, en Kalaheo, Kaua’i. Este lugar hace 50 años fue una gran plantación de caña de azúcar, que fue comprada por privados que lo transformaron en el espectacular parque que es hoy. En este lugar existe un Herbario, una biblioteca de libros raros de ilustración botánica (espectacular!) y un edificio para trabajo científico.

El énfasis de este jardín es la educación para la conservación, el rescate y propagación de especies endémicas amenazadas, la exhibición de las formas de cultivo de los antiguos hawaiianos y la restauración de áreas silvestres dañadas. 

 
Uno de los viveros del jardín.

Se pueden encontrar decenas de variedades de orquídeas de todo el trópico.

El jardín tiene varios tipos de espacios: algunos más abiertos con grandes árboles como el Baobab y otros muy cerrados y repletos de vegetación. Al avanzar hacia el mar aparecen las especies costeras y los jardines sobre rocas. 

La familia de los hibiscos (Malvaceae) es muy numerosa en esta región, contando con varias especies endémicas de Kaua’i y las otras islas (Oahu por ejemplo). Lamentablemente, muchos de estos hibiscos endémicos se encuentran muy amenazados por la pérdida de hábitat y la introducción de animales como el cerdo y las cabras, que se comen todo a su paso. Por eso, el gobierno local ha autorizado la caza de estas especies. 
Pronto publicaré un segundo reporte contando más detalles de lo que pude conocer y hacer en esta fantástica estadía.
¡Que tengan un excelente otoño!

Herbario de Orquídeas en Plop! Galería.

El pasado sábado 12 de noviembre inauguramos en la conocida Plop! Galería una exposición colectiva dedicada a la ilustración de plantas. «Naturaleza Ilustrada» reúne a seis artistas+ilustradores que nos dedicamos a este tema, desde diversos puntos de vista. La expo estará abierta hasta fines del mes de diciembre.

La obra que presento en esta ocasión, es un conjunto de 4 trabajos realizados durante mi Residencia en el Herbario Nacional (MNHN), a principios de este año.

Primera página del Diario de mi Residencia: Placea sp.


El herbario es una herramienta propia de la investigación botánica, que tuvo su apogeo en la era de la Inglaterra Victoriana. En esos tiempos, la práctica de herborizar se hizo muy masiva y fue un gran vehículo para la popularización de la botánica. Personas comunes y corrientes construyeron riquísimos Herbarios llenos de especímenes colectados en jardines, senderos, bosques y lugares remotos. Muchos de ellos hoy forman parte de las colecciones de jardines botánicos del mundo y además se transan como obras de arte en casas de remate de antigüedades. Hay un misterio en la estética del herbario que no podemos negar: la planta detenida en el tiempo, muchas veces bellamente dispuesta en la página, con sus colores desteñidos, tan distintos a los de las plantas vivas. Estos especímenes forman un universo muy interesante, lleno de anécdotas de viajes, tráfico ilegal de especies, descubrimientos fortuitos, luchas contra insectos voraces, colecciones románticas, y mucho más.
En este período de observación, me interesé particularmente por algunas algas y sobre todo por las orquídeas de nuestro país, pues algunas de ellas constituyen hermosos ejemplares con sus especiales venas negras y colores cobrizos y nacarados.
Primera orquídea de la serie: Chloraea nudilabia.

De esta manera, he realizado hasta ahora 4 obras que muestran especímenes de esta colección. Son plantas que han perdido el volumen, totalmente prensadas y secas. No existe el verde, y todo parece una fina cáscara de cebolla a punto de romperse.
Las dos obras que vemos más arriba fueron pintadas pensando en una solución más sintética, que diera cuenta de lo plano de cada modelo. La que viene a continuación en cambio tiene todos los detalles y colores que pude observar.
Espero que puedan hacerse el tiempo de ir a ver «Naturaleza Ilustrada» a la galería Plop! y disfruten de los trabajos de todos los artistas, realmente vale la pena!

No tenerle miedo al Negro

En las escuelas de Arte (Universidades) al enseñar pintura, se suele poner al negro en un lugar poco amable y se les exige a los alumnos eliminarlo completamente de sus paletas. Al menos en mi caso fue así, y lo he escuchado varias veces de amigos pintores que recuerdan a sus profesores prohibir el uso de los pigmentos negros, como el Mars Black (el más antiguo de los negros) o el Lamp Black.
El argumento utilizado era que el negro era demasiado invasor y que tendía a ensuciar los colores y a aplanar las sombras, y además se asociaba con el negro de la tinta del cómic.
En mi clase, a cambio del negro el profesor nos enseñaba a mezclar «negros ópticos», que se obtenían mezclando Azul Ultramar y Tierra de Sombra Tostada, independiente de la paleta que se estuviera utilizando…que por lo demás, era muy reducida y sin un análisis de por medio.

En ilustración botánica, también está la idea de evitar el negro. Sin embargo, este pigmento sí puede ser una gran herramienta en ciertos casos si se usa complementando los negros ópticos, sin abusar de él.

Actualmente estoy trabajando con plantas de orquídeas chilenas del Herbario Nacional. Las hojas de las orquídeas, que mientras están vivas son de un color verde muy vibrante, se tornan negruzcas, rojizas y de un lindo color cobrizo al secarse adecuadamente. Además, muchas de las especies chilenas tienen los ápices y venas de sus pétalos teñidos de un intenso negro verdoso, que contrasta hermosamente con el blanco del fondo. Esto les da un aspecto gráfico y hasta un poco tenebroso.
En esta pintura, he utilizado sólo tres colores primarios, como suelo hacer: un rojo, un azul y un amarillo. Sin embargo, al momento de dar toques finales de contraste decidí usar negro en pequeñas cantidades, y es increíble cómo le da fuerza y nitidez al trabajo.
Como todos los pigmentos demasiado dominantes -por ejemplo Verde Viridian, Pthalo Blue, Opera Rose-, es necesario usarlo con cuidado, pues sí es cierto que en exceso ensuciará la atmósfera que se ha logrado con los otros colores y tiende a empobrecer las sombras, que también pueden tener una linda variedad de colores y tonos. 
Les recomiendo atreverse a usar el negro cuando lo consideren necesario, sobre todo cuando se trate de modelos de aspecto oscuro y duro, que necesitan de un alto contraste y sombra para verse naturales.

Descansar para continuar y crecer

Este ha sido un año muy cargado de desafíos en todos los planos: laboral, familiar, personal, material, todo! En un abrir y cerrar de ojos estamos en agosto y casi sin darme cuenta, no había destinado ni un minuto a descansar, salir a dar una vuelta, ver el mar ni dormir hasta un poco más tarde. No había destinado tiempo para no hacer nada. Y qué importante es no hacer nada en un mundo que nos exige lo máximo, que nos hace estar siempre atentos. Sobre todo si hemos elegido el camino de ser independientes, la exigencia es doble pues viene de adentro y de afuera. Es complejo establecer una disciplina y ponerle límites al trabajo, que tiende a mezclarse con la vida familiar.

En esas reflexiones estaba, y me puse a buscar un taller fuera de mi casa. Estuve meses intentando entrar al Paseo de las Artes de La Reina, mi comuna, pensando que sería un lugar más que ideal para hacer mi trabajo y dar clases. Pero me encontré con el aparato municipal y después de mucho intentarlo, me di por vencida. También busqué lugares en arriendo, pero wow, están imposibles de pagar.

Así que finalmente, decidí mantener mi trabajo en casa como lo he hecho desde hace ya 8 años, sólo que me armé un nuevo taller, grande, espacioso, privado y estimulante para continuar con mi obra como ilustradora y además hacer cosas nuevas, explorar otras técnicas, otros temas y formas de crear.

Y por supuesto, no me olvido de las personas que quieren aprender a dibujar y pintar. Las clases de Ilustración Botánica son ya parte de mi vida, no pueden faltar. Es la forma de estar en contacto con otros, personas que vienen desde sus mundos a conocer el mío. Por eso, estamos a punto de inaugurar una agradable sala de clases, para unas 5 ó 6 personas. Es interesante pues con el pasar del tiempo estas clases se han ido transformando conmigo y con quienes van y vuelven.

La estancia en el Museo. Un espacio de reflexión en otras coordenadas, mirando un viejo parque en uno de los corazones de Santiago. Ahí está una gran fracción del conocimiento del país. Y no se entiende: por qué no está lleno de recursos y muestra lo mejor de sí mismo. Porque los intereses están en puntos equivocados. Y ahí, junto con las especiales personas que trabajan ahí y sus visitantes, está la comunidad. Es el puente entre conocimiento y las personas…bueno, uno de ellos.
Pronto empezaré una serie de trabajos para concluir la etapa 1 de este proceso.

Esto es parte de una larga investigación en curso. Un camino paralelo pues el mundo tiene muchas opciones. A ratos vivo muy concentrada en una sola cosa, pero en este momento surgen nuevas ideas. El mejor consejo: usar pocos colores, es la clave para conocerlos todos.

Fines del invierno.

Volver a las bases.

Para poder seguir aprendiendo cada cierto tiempo, hay que estudiarlo todo de nuevo.

Mini ruedas de color – 2015