Próximo fin de semana: Exposición del Curso de Ilustración Botánica RBGE/UC en Feria Jardinera 2014

¡Hola a todos!

Estoy muy feliz de volver a comunicarme después de un par de meses inmersa en el universo maternal. Ha sido muy lindo el proceso de recibir a mi nueva hija y al fin tenerla entre nosotros después de 40 semanas de espera.
En medio de esta linda aventura, siguen pasando cosas en el mundo de la ilustración botánica. Esta vez se trata de una exposición de trabajos (reproducciones en un montaje súper innovador) que hicieron los mejores alumnos del curso del Instituto de Geografía UC de las generaciones 2013 y 2014 más algunos trabajos míos. La muestra está enmarcada dentro de la Feria Jardinera VD, que se hace todos los años en el Parque Araucano. Personalmente es mi feria favorita, porque reúne en un solo lugar a una gran cantidad de viveros, paisajistas, tiendas y otros negocios relacionados con las plantas y el jardín, temas de los que soy fanática sin duda.

Les dejo aquí el Link al reportaje en revista Vivienda y Decoración que apareció el sábado pasado y las imágenes de esta nota para que la vean.

Cuando se inaugure la feria subiré fotos del montaje para que quienes no puedan ir, no se pierdan la muestra.

Muchos cariños y atentos a más noticias!!!

Diente de León

La ilustración de Hierba Buena, en Revista Viernes del 15 de agosto.

Taraxacum officinale, Diente de León, Geraldine MacKinnon 2014.

Ya está disponible el catálogo de la 11 Bienal de Artes Mediales (2013) en el MNBA.

Hace un par de semanas fue el lanzamiento del catálogo de la Bienal de Artes Mediales 2013 en el Museo Nacional de Bellas Artes.
Aquí se pueden conocer todas las obras y textos que tuvieron lugar en esta gran exposición, que reunió a una gran diversidad de artistas y proyectos en torno al concepto de «autonomía» y a la relación entre arte y ciencia.
Muchas gracias a todo el equipo de la BVAM, fue una gran experiencia.


Me declaro como Post Naturalista, después de darle muchas vueltas al asunto.


Acabo de terminar la segunda versión del curso de Ilustración Botánica RBGE en el Instituto de Geografía de la Católica y al mismo tiempo, me concentro en un proyecto de ilustraciones etnobotánicas encargadas por el Museo Precolombino. Se trata de un momento especial, justamente a un poco más de cuatro años de haber empezado con este oficio y a siete de haber logrado restablecer la conexión con el mundo natural. A pesar de no ser una enorme cantidad de años han pasado muchas cosas, he aprendido mucho, ganado experiencia y construido un nicho donde establecer mi trabajo.
Sin embargo hay un tema que no deja de rondarme y que en estos períodos creativos se hace más necesario enfrentar: hacia dónde y cómo enfocar mi creatividad. Aparentemente es algo ya resuelto.
Últimamente he participado en un par de discusiones en grupos de artistas botánicos donde confluyen ilustradores de varios países, mayoritariamente británicos, europeos, y estadounidenses más algunos latinoamericanos, turcos y africanos (muy, muy pocos). En estas conversaciones se debate sobre qué tipo de trabajos califican como ilustraciones botánicas según los criterios actuales de las diferentes asociaciones y agrupaciones donde se organizan competencias y se otorgan premios a los mejores trabajos cada año. El debate aparece cuando miembros de los foros postean imágenes de obras que se salen de estos criterios –por ejemplo porque tienen el fondo pintado, las plantas proyectan sombra, no son botánicamente correctos y pasan a la categoría de “arte botánico”. Estas imágenes en el último tiempo, están siendo eliminadas de los foros pues no están en concordancia con las definiciones oficiales de Ilustración Botánica.

 “La ilustración científica de las plantas es un aspecto importante del, más amplio, mundo del arte botánico, definida por su propósito como una ayuda para el estudio y clasificación de especies. Botánicos e ilustradores trabajan juntos dentro de una relación sinérgica que resulta en ilustraciones específicamente diseñadas para complementar el texto. Las ilustraciones botánicas se utilizan para ilustrar “floras”, monografías, guías de campo e investigaciones. El artista sigue convenciones establecidas que incluyen una preferencia por el trabajo en blanco y negro, una habilidad para crear dibujos desde especímenes de herbario y la producción de magnificaciones detalladas de partes fundamentales de los especímenes. La precisión técnica es esencial pero los límites entre arte e ilustración son difíciles de distinguir, dados a menudo más por el propósito que por el estilo.”

Definición actual de “Ilustración Científica –Botánica- de la ASBA (American Society of Botanical Artists, 2014), originalmente en inglés.

Flor de hinojo, 2014.



 Es lógico que la ilustración puesta al servicio de la ciencia tenga reglas y límites bien definidos para mantener su objetividad –aun tratándose de una ficción, una representación bidimensional que ha pasado por el filtro del autor- y constituir un oficio consolidado y consistente en el tiempo -300 años de tradición lo demuestran. En este sentido, hay que ser muy específico al definir el trabajo propio: es diferente definirlo como “ilustración botánica”, que como “arte botánico”. La palabra “arte” añade automáticamente el valor subjetivo, personal y creativo del que carece la ilustración científica. Lo que ambos comparten son los criterios formales, de diseño, técnicos y la estética de las plantas. Es por esto que muchas veces las ilustraciones científicas mejor logradas son también catalogadas como obras de arte: su valor estético y perfección técnica logran elevar la ilustración desde su espacio utilitario hasta el estatus más “espiritual” de la obra de arte. Pero a ojos de un crítico o artista contemporáneo, a pesar de esta belleza innegable, la imagen seguiría siendo la de una ilustración; una pieza de excelencia en el ámbito técnico (siempre recuerdo el concepto de tekhne descrito por Radoslav Ivelic y aprendido en su clase durante mi primer año de Licenciatura en Artes cuando pienso en esta idea). ¿Es acaso injusta esta clasificación? ¿Dónde están los verdaderos límites? Todavía no tengo una respuesta muy elaborada al respecto. Observando estrictamente mi propio trabajo y siendo muy honesta con lo que veo, son pocas las ocasiones en que he realizado una verdadera ilustración científica.

Alstroemeria revoluta, 2014.

En cambio, son muchísimas las ocasiones en que los trabajos califican como “arte botánico”, y una obra fue expuesta como arte contemporáneo, pues formó parte de una exhibición de arte contemporáneo y el concepto detrás de la obra no radicaba en la correcta representación de la especie si no más bien en el hecho de establecer un puente entre los científicos que estudian esa planta, yo como artista y en tercer lugar el público (La Conversación, BVAM 2013).


Nadando en esta sopa de definiciones, límites e intentos de obediencia y de transgresión, se encuentra mi producción de obra.

Podría seguir así mucho tiempo más, experimentando ocasionalmente en cada área, llegando a propósito o por casualidad a llenar las expectativas de la ilustración científica, del arte o del híbrido que es la mayor parte de mi trabajo. Pero siento que es momento de unir estas formas de hacer para así crear el oficio propio.
Aquí aparece un término que me hace mucho sentido, el Postnaturalismo, con el que me bautizara Gonzalo Leiva en una reseña de la exhibición “Mi Naturalismo: tras los pasos del espíritu viajero” en Galería Artium, 2011.

“…su propuesta desplaza el naturalismo y sus restricciones de paradigma, para incorporarse a un camino propio e interpretativo, abandonando barreras, modas y concepciones. La honestidad  plástica resultante es conmovedora.”

He aquí el centro del asunto. Hace ya tres años de este texto, pero hoy se vuelve central, pues permite desde una mirada externa, aclarar cuál fue el camino desde ese primer acercamiento a un discurso propio. Rescatar estas palabras y tenerlas como guía se vuelve de suma importancia y urgencia en el quehacer diario, pues liberan mi trabajo de las ataduras y restricciones de la norma científica. Cuando se ha participado mucho tiempo en ese ámbito, ya sea como aprendiz, ilustrando, o simplemente conectada a ello, resulta complejo ampliar la perspectiva y acoger nuevas ideas, sobre todo en solitario, sin pares que hagan de “espejo” y colaboren con la remoción de los límites auto impuestos. Pero siempre hay un punto de inflexión.
 Por lo pronto, me interesa continuar con investigaciones que ayuden a profundizar más en las relaciones especie (planta) – artista – público. Teniendo el análisis a través del dibujo y la acuarela como plataforma visual central, también me interesa incorporar y darles mayor protagonismo a todas aquellas etapas de la investigación que se materializan a través de fotografías, herbarios, notas de campo, viajes, etc. Es el proceso de investigación el que sostiene y enriquece el resultado final –la ilustración- y que le otorga un sentido más allá del estético o centrado en la planta como punto de interés único. Incluir diferentes materialidades también es parte de esta nueva etapa, y en un tiempo más espero incorporar nuevos medios técnicos a lo que ya forma parte de mi obra.

Experimento para nueva publicación en curso, 2014.

¡Feliz cumpleaños Mi Naturalismo! – Regalos para todos :)

Estoy muy contenta porque este mes mi querido blog y cuartel general virtual cumple 4 años funcionando activamente.
Esta plataforma ha sido fundamental para mí y la difusión de mi trabajo, ideas y reflexiones en torno a lo que tanto me gusta: el mundo natural, la pintura, las plantas, la ecología y la enseñanza.
Manejar un blog es una tarea muy interesante que requiere de mucha constancia y de estar al día con lo que va pasando en el ciber espacio, que muta constantemente. Es como lanzar un mensaje en una botella, que por sí misma va encontrando lugares y personas a quienes mostrar su contenido.

Para agradecer y celebrar el apoyo de todas las personas que leen o han leído Mi Naturalismo, quiero regalarles unos lindos fondos de pantalla o wallpapers para los escritorios de sus computadores.
Pronto diseñaré un par para celulares y tablets.

Sólo tienen que hacer click en la imagen que les guste, luego con el botón derecho hacer click en «Guardar como» y luego pueden instalar la foto en sus escritorios.

Muchas gracias y cariños y que los disfruten!

Geraldine.

Fuchsias – 1920 x 1200 pix.

Chincol – 1920 x 1200 pix.

Copihue – 2560 x 1600 pix.


Alstroemerias – 2560 x 1600 pix.



Venta de Taller – Invierno 2014

Hola a todos!

Con mucho gusto quiero dejarlos invitados a una venta de taller que junto con mi marido Víctor realizaremos el fin de semana del 28 y 29 de junio en nuestra casa.
Tendremos una linda selección de obras a buenos precios, y además estaremos atentos a sus preguntas, encargos, etc.
Para mayor información y confirmar sus visitas, pueden escribirme a este mismo correo.
Para ver qué tipo de obras tendré en esta ocasión, pueden ingresar a 

Muchos me han preguntado por clases en mi taller durante este año:
No haré clases si no hasta el año que viene. Si organizo algún curso en mi taller durante el verano, les avisaré con tiempo para que los interesados puedan asistir.
Desde ya les agradezco el apoyo e interés de siempre.
Cariños!
Geraldine.

Alstroemeria revoluta terminada.

Detalles
Me gustó mucho trabajar con esta planta, y además estoy muy contenta pues estoy casi 100% segura de que esta es la primera ilustración botánica a color que hay en Chile de esta especie. Sigo investigando para comprobar si estoy en lo correcto o no, pero si fuera así, qué honor! Espero que la hayan disfrutado, y todos los comentarios son bienvenidos.

Rectificar el rumbo.


Cuando ya llevamos unos años trabajando y desenvolviéndonos en un medio -académico, profesional- determinado, se supone que vamos modelando el perfil que deseamos para nuestra carrera. En este camino hay muchas opciones y oportunidades que se van presentando, frente a las que tenemos que
pensar y decidir si son lo más adecuado para la construcción de ese perfil.
A veces, se producen interferencias en la intuición -para mí la guía más confiable de todas- y, ¡sorpresa! tomamos una decisión equivocada, que por un tiempo nos saca el carrito del riel. Este fenómeno me ha sucedido, y estoy en proceso de reparación, reflexión y rectificación del rumbo. 
Estudio de una flor de Alstroemeria revoluta, 4x.
Para los artistas nos es complicado definir hasta qué punto nuestro trabajo será parte del mercado y hasta qué punto permaneceremos en una vereda donde logremos que el quehacer se mantenga alejado de éste y al mismo tiempo nos de dinero para vivir. O más bien, en el camino vamos experimentando diferentes maneras de ganar dinero con nuestro arte ya sea haciendo clases, vendiendo nuestras obras a personas que les gusten, optando por trabajar con galerías, etc. Y en mi caso, siempre estoy haciendo de todo. Pero la idea es que el nivel de los esfuerzos y su resultados vayan subiendo con el paso del tiempo. Si al comienzo hacía clases en mi casa, sobre una mesa hecha con una puerta, más adelante me hice una mesa buena que me ayudó a trabajar mejor. Luego, dirigí todos mis esfuerzos para llegar a hacer clases en la universidad (postular a un fondo de becas, salir a estudiar, etc.). Me preocupé de mejorar mi trabajo, de que mi técnica mejorara y cada día intento ser consciente de eso. 
Llegué a un punto en el que puedo elegir los proyectos que favorecen a mi trabajo y potencian el perfil que he ido construyendo: ilustración botánica, ligada a las ciencias, conservación y difusión de la flora chilena, colaboraciones con otros artistas y científicos, exploraciones, educación, etc. El producto tangible de todo esto, son mis láminas. Mis ilustraciones en acuarela sobre papel son los testimonios de este recorrido.
Mi primera aparición en la prensa como ilustradora naturalista, el 2009. Este año cumplo 35.


Leo todo esto, y digo: ¡pero si todo ya está más que pensado, está andando! y así es. Pero pueden haber quiebres que me advierten que siempre tengo que estar muy atenta a lo que aparece en el camino, a las decisiones que tomo, y que no todas las oportunidades son lo más adecuado para lo que busco.
Esta vez aprendí, que mi lugar no está en el mercado del arte. Que mis obras, esos testimonios, son objeto de deseo de personas que realmente tienen ideas en común con lo que intento transmitir. Que definitivamente, no me interesa ser parte del mundo de la decoración. No está en mi concepto de este trabajo el sentarme a pintar una composición especial para el respaldo de una cama, o una planta que combine con los cojines de un living. Mis obras están ahí para quien quiera disfrutarlas y darles un lugar en su casa, pero no nacen con ese fin. No soy capaz de adaptar mi trabajo a los vaivenes de la moda ni a los caprichos del mentado mercado. Por que ni yo misma me he adaptado a eso como persona. Entonces, ¿por qué mi obra? 
Finalmente, lo más importante es aprender de cada decisión y entender que mientras no nos perdamos del norte, todo está bien. Ahora lo veo con más claridad: elegí un trabajo que conjuga el estudio, el arte y sus técnicas, el estar en contacto con la naturaleza y las plantas, pasearme entre disciplinas y conocer más a fondo las especies y paisajes chilenos. Las imágenes que aparecen, sin duda pueden tener múltiples destinos: un libro, alegrar un comedor, estamparse en una bolsa, en un vestido o una tarjeta. Pero no fueron creadas para eso: es la consecuencia de su naturaleza.

Cosas que he visto: Antiguas formas de registrar.

Hace un par de años visitando el Museo Británico, me encontré con una pequeña e interesante vitrina que contenía un par de catálogos imperiales chinos, donde un dibujante había pintado en acuarela todos los objetos de valor pertenecientes a la colección del Emperador. Los libros eran metros de papel de arroz enrollados sobre dos elegantes mangos. De esta manera se llevaba un inventario de todos los tesoros importantes.

Las representaciones son muy exactas. El conjunto de objetos pintados son realmente espectaculares.
Conocer estas antiguas formas de usar la acuarela y de registrar los objetos me inspira para iniciar nuevas búsquedas en mi trabajo.
Fotos: Geraldine MacKinnon.

Reflexiones sobre roles, sociedad, futuro, arte y ciencia.

Esta semana me ha tocado participar en una interesante instancia donde he podido conocer y compartir con muchos científicos y profesionales que, desde sus diversas áreas, están aportando a un mejor manejo de los recursos naturales en diversos lugares del planeta. Se trata de la «First Conference of Natural Resources and Development», que está teniendo lugar en Reñaca, región de Valparaíso. Esta vez la institución anfitriona es la Universidad Católica de Valparaíso, a través de la escuela de Agronomía.
Ha sido muy estimulante conocer trabajos que se enfocan en mejorar la calidad de vida de comunidades que se ven afectadas por situaciones como escasez de agua, comida, mal uso de zonas con alta biodiversidad, desastres naturales, etc.
Al mismo tiempo, me he encontrado con el lado menos romántico de los científicos: presentar casos de estudio, estadísticas, números, conclusiones y propuestas que no derivan en una reflexión más profunda de cómo queremos vivir, de qué dirección podríamos tomar como civilización, etc.
Quizás ha sido por el poco tiempo para hablar, para preguntar, para debatir que me ha quedado esta sensación.

Una de las presentaciones, sin embargo, me mostró una perspectiva muy interesante de cómo pensar en el mundo que queremos. Fue la charla de Conor Skehan, arquitecto irlandés que lleva 30 años trabajando en planificación, diseño de paisaje, asesorías ambientales, entre otras cosas. Skehan nos plantea que nosotros, los humanos, utilizamos una porción ínfima de la superficie de la tierra y que por lo tanto, debemos utilizarla con sabiduría para que lo que hagamos hoy, tenga un impacto positivo en los seres humanos que están por nacer.
Según Skehan, la civilización apunta a que la cultura urbana y sus valores serán los imperantes, desplazando totalmente al mundo rural, y más allá, dejando a los espacios «naturales» como elementos dentro de la trama urbana, pasando a ser indicadores de buena calidad de vida en las urbes que los administren.
Se tratará de un planeta súper poblado, donde las ciudades trascenderán a las naciones, y donde existirán ciudades exitosas, con buena calidad de vida, servicios, altos índices de felicidad, y otras donde el panorama será el opuesto. Ante esta perspectiva, a nosotros nos queda enfocarnos en lo que queremos para el futuro y esforzarnos para que las generaciones que vienen puedan habitar un mundo repleto pero amable. Conor Skehan nos llama a ser más optimistas con el futuro, y a pensar que lo que pasa hoy es una etapa, que podrá ser superada.

Desde esta vereda y desde mi escala humana pequeña, de mujer y artista en un país que no ha alcanzado el llamado desarrollo, me pregunto cuál es el aporte que puedo hacer para que nuestro país y sus ciudades tomen el rumbo que haga que el futuro de nuestra descendencia sea más auspicioso a pesar de los problemas que enfrentarán. Todavía no lo sé, quizás no sea una tarea concreta, ni una dirección exacta, si no más bien una actitud nueva: menos egoísta, de mayor compasión y entendimiento, de compartir experiencias y lo que sé, de acoger lo distinto y discutir y resolver los conflictos. 
En fin, sigo pensando y mañana cuando sea mi turno, les contaré si en la práctica es posible entablar diálogos entre artistas y científicos, más allá de las expectativas, la teoría y las ganas de que algo pase.