Estoy sentada en el hotel cerca de la Pontificia Universidad Javeriana, Bogotá, donde tuvo lugar el Primer Encuentro Colombiano de Ilustración Científica. Esta es la primera vez que participo de un encuentro organizado por y para latinoamericanos, y la verdad es que ha sido una experiencia enriquecedora que me ha llenado de buena energía y me ha reforzado la idea de que nuestro continente es fantástico y que tenemos potencial para hacer todo lo que soñamos.
El encuentro consistió en una serie de conferencias, talleres, una exposición y una mesa redonda donde pudimos compartir, conocernos, aprender, enseñar y diseñar lo que queremos para la Ilustración Científica y naturalista de nuestro continente. Los países presentes fueron Colombia, Argentina, Ecuador, Brasil y Perú. Llegaron jóvenes de muchas regiones de Colombia y también de Guatemala a participar.
Foto de la Mesa Redonda donde trabajamos en la creación de la Red Latinoamericana de Ilustración Científica.
De izquierda a derecha: Jaime Bonilla, ilustrador médico, Colombia / Oscar Vilca, ilustrador naturalista, Perú / Juan Pablo Vergara Galvis, ilustrador científico, Colombia / Marie Joelle Giraud, ilustradora científica, Colombia / Yo, Chile / Natalia Uribe, ilustradora científica, Colombia / Rosa María Alves, ilustradora científica, Brasil / María Alejandra Migoya, ilustradora botánica científica, Argentina / Juan Carlos Pérez, ilustrador naturalista, Ecuador.
Ya de vuelta en Santiago.
Frente al muro donde expusieron algunos de mis trabajos. Tres de ellos eran láminas donde explico procesos de dibujo y pintura que fueron muy valorados por los asistentes. Foto por Benjamín Cárdenas V.
Este viaje corto pero lleno de experiencias me dejó varias reflexiones que quiero compartir. En primer lugar, me siento muy agradecida de haber formado parte de este evento. Es la primera vez que soy invitada como ilustradora botánica a un encuentro internacional lo que me hace sentir muy honrada y feliz.
Los latinos tenemos sin duda alguna, mucha facilidad para socializar, hacernos amigos, conversar abiertamente y reírnos de nosotros mismos. Esto no sucede tan fácilmente en otras latitudes donde las personas necesitan más tiempo para entrar en confianza unos con otros. Podemos aprovechar estas características para la creación de redes e instancias colectivas, justamente lo que iniciamos en Bogotá.
Otro aspecto que quiero destacar es que en América Latina el interés creciente por la ilustración científica viene de gente muy joven, a diferencia del Viejo Continente y Estados Unidos, donde todavía predominan los adultos y personas mayores. Por lo tanto, nuestro continente tiene una gran proyección en el futuro y es nuestro deber hacernos cargo de todo lo que implica.
Relaciones entre científicos e ilustradores: el caso de Marie Joelle Giraud.
Ilustraciones y muñeco de trilobite de Marie Joelle Giraud.
La geóloga e ilustradora colombiana nos contó en su charla sobre la dura experiencia que vivió trabajando con un grupo de científicos donde tuvo que ilustrar más de 250 fósiles de trilobites, antiguos animales prehistóricos -como el de la foto de arriba a la izquierda. Marie Joelle trabajó por años haciendo ilustraciones en grafito de una calidad excepcional, y debido a que no contaba con colegas ilustradores y no tenía información sobre cómo funciona nuestra profesión en el ámbito del trabajo, vivió una serie de abusos laborales que le provocaron graves lesiones físicas producto del exceso de trabajo, falta de mobiliario adecuado y otros factores. Y para rematar, los científicos en cuestión le quitaron -erróneamente- todos sus derechos sobre las imágenes y no pusieron su nombre como ilustradora en ninguno de los papers que publicaron usando sus dibujos.
Hoy Marie Joelle está sana y totalmente desligada de las personas que la maltrataron. Ha reinventado su carrera y sabe que con su talento y creatividad puede generar sus propios contenidos, su propio camino profesional y de hecho está haciendo un gran trabajo con su comunidad, involucrando a campesinos y jóvenes. Nos deja dos grandes lecciones: la primera, es informarse sobre los derechos y deberes de ilustradores y científicos, cómo funcionan los derechos de autor y sobre todo a establecer límites saludables entre nosotros y el trabajo. No debemos arriesgar nuestra salud física ni psíquica, jamás. La segunda, es que como ilustradores científicos o naturalistas tenemos la capacidad para crear un camino personal, donde colaboremos con otros en la búsqueda de nuestras preguntas y respuestas. Ser autónomos y confiar en nuestras capacidades es fundamental, y se extiende a todos los aspectos de la vida.
Los esfuerzos por producir material en castellano.
Rosa María Alves, ilustradora científica y profesora de Brasil, lleva años produciendo material bibliográfico y acaba de lanzar su primer libro de ilustración botánica bilingüe en portugués y castellano, donde recorre la historia de la I.B. en América Latina y entrega los fundamentos de nuestra disciplina.
Es un honor formar parte de este libro colaborativo con mi ilustración de una berenjena.
La artista e ilustradora científica brasileña Rosa María Alves lleva muchos años enseñando y desarrollando material pedagógico en ilustración zoológica y botánica. Este año acaba de lanzar un excelente libro titulado «Ilustración Botánica»en portugués y castellano. El trabajo de Rosa es un aporte muy significativo a la creación de materiales educativos en nuestro idioma. A pesar de que países con una gran industria editorial como México y España están muy avanzados en ilustración científica, aún existe poca literatura actualizada y atractiva en torno a las ramas de la disciplina. Este libro representa que el trabajo editorial colaborativo es posible y que tenemos profesionales de sobra para continuar esta enorme tarea.
Recibiendo una hermosa ilustración de mi amiga Rosa.
Definir y aclarar las diferencias conceptuales es de gran importancia.
María Alejandra Migoya, ilustradora botánica científica de La Plata, Argentina. Profesora e ilustradora de larguísima trayectoria que ha sido un motor muy importante para el desarrollo de su profesión en Argentina.
Uno de los aspectos que siguen débiles en nuestro continente son las definiciones de los diferentes conceptos y términos que rodean a la ilustración de las ciencias. En primer lugar, hay mucha confusión al momento de decir si una ilustración es científica o naturalista, o cuando no es ninguna de las dos. María Alejandra Migoya, ilustradora botánica científica de La Plata, Argentina, tiene muy clara esta falencia y considera que nuestros esfuerzos deben redoblarse en esta área. Estamos viendo muchos casos en que ilustradores definen su trabajo como científico cuando en realidad no lo es, pues no cumple con o¡los estándares estrictos de las publicaciones científicas. Existen casos donde personas copian fotos de plantas o animales y declaran que es una ilustración científica, sin embargo tales casos sólo corresponden a la copia -que puede ser muy buena- de una foto y no constituyen una obra producto de la investigación en torno a una especie o tema. También existen casos en que personas declaran estar presentando una ilustración botánica al hacer una pintura o dibujo de una planta sobre un plano blanco, pero que no cumple con las características y estándares de dicho tipo de representación. Es por esta razón que nuestra comunidad trabajará en la creación de material de libre acceso para que todos puedan estudiar y tener claras estas diferencias y conceptos.
Ahora, dejaré algunas fotografías de mi experiencia en el encuentro.
Ilustración digital de Juan Carlos Pérez, de Ecuador quien nos habló sobre su proceso creativo e hizo un taller de ilustración digital para los asistentes al encuentro. Su trabajo puede encontrarse en Instagram.
Catálogo del trabajo del ilustrador peruano Oscar Vilca, quien pinta usando diversas técnicas animales y aves de su país.
Imágenes del taller de Disecciones Florales que realicé durante el encuentro. Me encantó compartir con jóvenes colombianos, ¡qué cordiales!
Saberes ancestrales.
Durante el encuentro disfrutamos de una conversación con Confucio, indígena Tukano del Amazonas colombiano que pinta ilustraciones naturalistas de su región, basado en experiencias de cacería, pesca y conversaciones con su abuelo, que también ilustraba plantas.